BUENOS AIRES (ANP) La deuda flotante que dejó la administración de Alberto Fernández y Sergio Massa alcanzó en noviembre al nivel récord de $2,5 billones, casi el doble que la que estaba registrada en los meses previos y que representa uno de los rubros que componen la «pesada herencia» de la que suelen hablar los gobiernos a los pocos días de asumir.
De acuerdo con la última información del Monitor de seguimiento elaborado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la deuda flotante pasó $1.186.669 millones en agosto, tuvo un salto del 20,3% para alcanzar a $1.427.433 millones en septiembre y mostrar una leve baja del 0,9% en octubre, cuando cerró en $1.414.151 millones y trepó un 76,6% en noviembre, cuando llegó a $2.497.274 millones.
«La deuda flotante es un pasivo del Estado que representa obligaciones ciertas pendientes de pago», indicó la OPC en la presentación del informe, en la que aclaró que «está constituida por los gastos realizados en determinado periodo que por diversos motivos todavía no han sido pagados».
El monto de $2,5 billones de deuda flotante representa una carga fiscal significativa de cara al 2024 y tendrá que ser sumado al paquete de recorte de gastos previsto por el presidente Javier Milei.
Al respecto, debe tenerse en cuenta que el déficit primario de noviembre fue de $210.484,4 millones, doce veces inferior a la deuda flotante.