BUENOS AIRES (ANP).- Porque Miguel Ángel Russo no tiene la culpa de nada. A él lo fueron a buscar para que haga lo que hizo en San Lorenzo (con muchos menos recursos que Boca) y que era defender, defender, y defender, y si la situación lo permitía, tener algún contra-ataque o gol de pelota parada. Con tan poco como eso, llevó “al equipo de Boedo” a la semifinal del campeonato argentino.

Es cierto que en el Mundial de Clubes tenía una “parada” difícil, porque le toco el Benfica de Portugal, el Bayern Munich de Alemania, y solo un equipo débil, semi profesional, el Auckland City.

Y su esquema duró lo que duraron “las piernas” de sus jugadores. Porque se fue ganando 2 a 1 en el primer tiempo contra el Benfica, y de manera increíble, cuando el equipo portugués se quedó con 10 jugadores, a Boca se le terminaron las piernas, y lo que es peor, las pocas ideas.

Llegó el empate, luego la inverosímil expulsión de Jorge Figal, y Boca volvió a ser el mismo equipo lleno de dudas que supo dirigir Fernando Gago, o Diego Martínez.

El partido con el Bayer mostró la cara más combativa de este Boca, corriendo todas y cada una de las pelotas, pero está claro que el que manejaba el juego era el equipo alemán, y una vez que se puso 2 a 1, los dirigidos por Russo no volvieron a tocar una pelota ante la superioridad rival.

Y después, para dejar en claro que Russo no tiene la culpa de nada, le tocó empatar con un equipo semi profesional, integrado por maestros, mecánicos, agentes inmobiliarios, que ganan US$ 90 de viáticos, y que tuvieron que pedir permiso en sus trabajos para ir a competir.

Tal vez, al ver festejar el empate a los integrantes del neozelandes Auckland City, traiga al presente la reflexión de Marcelo Bielsa (foto), quien aseguró que “El fútbol es el mejor deporte del mundo, porque no siempre gana el más poderoso”.

Al terminar el partido, Russo habló con la prensa y dijo que “con tiempo y trabajo” Boca va a mejorar. Seguramente se irán Marcos Rojo, Edison Cavani, Ander Herrera, jugadores quienes han estado más tiempo en recuperación que jugando partidos. Y cuidado que eso no le pasa solamente a Boca, River anda por el mismo camino.

Sino, la otra opción es que el presidente Juan Román Riquelme, que hoy cumple años, vuelva a convocar a su amigo, Mariano Herrón, para que dirija los destinos del equipo xeneize, como lo hizo en cada uno de los seis interinatos que debió afrontar, entre ellos, el del propio Miguel Russo, quien fuera echado como director técnico por el propio Riquelme en el 2021.

Por NP