Buenos Aires, mar 18 (ANP)- La inflación de los alimentos provocó en febrero un mayor aumento porcentual de los gastos de las familias indigentes que los de las pertenecientes a la clase media en la Ciudad de Buenos Aires, con subas del 2,38% y 2,04% respectivamente en relación con los niveles de enero, de acuerdo con lo informado hoy por la Dirección General de Estadística y Censos porteña.

En la capital argentina, una familia necesitó el mes pasado ingresos de por lo menos $20.376,14 para no ser indigente, $39.951,16 para no caer en la pobreza y un mínimo de $62.490,54 para integrar la clase media, según la medición del organismo estadístico del distrito.

De esa forma, los incrementos mensuales fueron de 2,38% para las familias indigentes, 2,05% para las pobres y 2,04% para las de clase media.

La diferencia se acentúa si se considera la medición interanual, con incrementos de 52,98% para la indigencia, 48,75% para la pobreza y 48,61% para la clase media, en lo que refleja un aumento mayor de los alimentos (que cubren la totalidad de la canasta en el caso de las familias indigentes) en relación con otros bienes y servicios.

A diferencia del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) que reconoce solo a pobres e indigentes en su clasificación, la DGEyC de la ciudad considera seis estratos sociales.

En consecuencia, una familia de cuatro miembros que es propietaria de la vivienda que habita (y por lo tanto no se le computan gastos de alquiler) fue indigente en febrero si contó con ingresos total entre cero y $20.376,13.

Para integrar el estrato de “pobreza no indigente”, requirió fondos entre $20.376,14 y $39.951,15.

Entre $39.951,16 y $49.992,42, pasó a revistar entre los “no pobres vulnerables” y entre el último monto y los $62.490,53 la familia del ejemplo se integró al “sector medio frágil”.

Para ser de clase media, necesitó ingresos entre $62.490,54 y $199.969,71, en tanto si tuvo ingresos superiores se la consideró dentro de los “sectores acomodados”.

 

Por NP