Buenos Aires, mar 18 (ANP) – El precio de la nafta súper aumentó un 180% en los últimos 18 meses en relación con el del barril de petróleo Brent, como resultado del congelamiento de los precios del combustible en el plano local, que no acompañó el desplome de las cotizaciones del crudo a nivel internacional, tanto por la caída de la demanda generada por el coronavirus como por las desinteligencias entre los principales países productores para regular la producción.

Un informe de la consultora Invenó-mica señaló que hoy, al igual que en enero de 2016, “30 litros de nafta súper equivalen al valor de un barril de petróleo crudo Brent”, correspondiente al área del Mar del Norte y referencia para los precios locales.

Esa cantidad representa “poco más de un tercio que en septiembre de 2018, cuando se necesitaban 84 litros para alcanzar el mismo valor internacional que el barril del petróleo”, añadió la entidad en un análisis del economista Pablo Besmedrisnik.

La corrección de la brecha hace 4 años obedeció a un incremento del 60% del precio del crudo (en dólares) y del 24% de la nafta (en pesos) en un lapso de 5 meses, por lo que Invenómica se plante si “se puede esperar algo similar a la salida de esta crisis”, una vez que se superen los efectos de la pandemia del Covid-19.

Al respecto, Besmedrisnik advierte que “hay grandes diferencias” entre los dos contextos, ya que en el plano internacional la caída del precio del petróleo estuvo ligada a cuestiones “endógenas” como el crecimiento del stock por la consolidación de los no convencionales, en tanto en la actualidad hay una “brusca caída en el nivel de actividad por el impacto del coronavirus”.

Más allá de las disidencias en la Organización de Países Exportadores de Petróleo más Rusia (OPEP+), la caída de la actividad “tendrá un correlato inmediato notable en la demanda mundial de energía”.

En el plano local, explicó Invenómica “la caída en el precio del petróleo de enero 2016 encontró a la Argentina en una situación diferente de la actual”, ya que “si bien no había indicadores de crecimiento sostenido claramente apreciables, la profundidad, duración (y perspectiva) del estancamiento de la economía argentina no eran tan claras” como en el presente.

Por entonces, “el cambio de expectativas que había generado la asunción del gobierno (de Mauricio Macri), la salida del cepo, la prometida salida del default y la potencial recuperación del sector exportador, sumado a un mundo que, si bien no crecía exuberantemente, generó un terreno optimista. En ese marco, se comenzó a instalar una nueva política que liberalizaba los precios de los combustibles líquidos y, al mismo tiempo, sentaba las bases para un sendero de precios en dólares para el gas”, detalló.

En la actualidad “la situación es muy diferente, con precios de las naftas congelados en pesos y sin perspectivas concretas de cambios sustantivos, y una realidad social, financiera y macroeconómica, que venía muy complicada”, indicó.

“En ese marco el coronavirus se constituyó en un ingrediente impensado que le agregó gravedad extrema, y por sobre todas las cosas, dosis inimaginables de incertidumbre”, sostuvo.

De cara al futuro, Invenómica puntualizó que “el carácter de precio ancla y esencial para la economía doméstica en plena crisis y la fuerte contracción de la demanda internacional, les ponen un límite a las expectativas inmediatas”.

En consecuencia, para la consultora no cabe esperar para el corto o mediano plazo un “aumento significativo en los precios de las naftas locales, ni una recuperación considerable en el precio internacional del crudo”, que permitan modificar la relación entre los valores de la nafta súper y el barril de Brent.

 

Por NP