BUENOS AIRES (ANP) La participación de los impuestos sobre la renta agrícola tuvo una suba de 6 puntos porcentuales en los primeros tres meses de la gestión presidencial de Javier Milei, al pasar del 59% en diciembre al 65% en marzo, según el promedio ponderado para los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol, debido exclusivamente al incremento de la carga tributaria municipal y provincial.

La información surge del informe presentado hoy por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), que explicó que «de cada $100 de renta (valor de la producción menos costos) que genera una hectárea agrícola, $65 es lo que representan los distintos impuestos nacionales, provinciales y municipales», aunque con diferencias según el tipo de cultivo, ya que se alcanzó al 68,4% en el caso de la soja, 57,3% para el maíz, 83,9% para el trigo y 54,1% para el girasol.

«La suba es explicada centralmente por la caída de los precios de los granos en un contexto donde se han incrementado costos de producción», indicó el estudio realizado por Nicolle Pisani Claro y Natalia Ariño, que aclararon que «estas variables no tienen que ver
con los impuestos de manera directa, sino que influyen sobre la renta que genera cada cultivo y, por lo tanto, mueven el índice por la participación relativa de los impuestos sobre esta renta».

Al respecto, señalaron que «una caída de precios hace aumentar la participación del Estado, una suba de costos también. Esto es así porque el grueso de los impuestos que paga la agricultura son derechos de exportación, que actúan sobre el valor bruto de la producción y no sobre las ganancias».

Las únicas variaciones de impuestos entre diciembre y marzo son los tributos municipales y provinciales fijos, como las tasas viales y los inmobiliarios rurales, que se actualizan a comienzos de año, impactando en esta medición, aunque en menor medida.

En la mayor parte de las provincias y municipios, el promedio de suba de estos impuestos se ubicó entre 180% y 200%, advirtieron las economistas.

«Aún con mejora en los rendimientos posterior a la sequía que afectó gran parte de las mediciones de 2023 y la mejora del tipo de cambio, la importante caída de precios y los mayores costos de producción, terminaron pesando más que la mejora de rendimientos y tipo de cambio», plantearon.

En comparación con marzo de años anteriores, en 2019 marcó un Índice FADA de 61,5%, en 2020 se ubicó en 67,4%, para marzo de 2021 en 62,6%, en 2022 64,9% y 79,1% en 2023, en donde este último estuvo afectado por la sequía, situación que ya no impacta para la medición
de marzo 2024.

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Por NP