BUENOS AIRES (ANP).- La jactancia domina tanto al  presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como al líder supremo de Irán, Ali Jamenei. El precario cese el fuego logrado esta semana entre Israel y la República Islámica no ahuyenta los temores de que la guerra continué en el futuro, tras el bombardeo por parte de Washington de las tres centrales nucleares iraníes.

Trump frenó el conflicto bélico tras doce días de ataques aéreos mutuos, y el representante republicano por Georgia, Buddy Carter, lo postuló para recibir el Premio Nobel de la Paz. Jamenei, por su parte, dijo que EEUU “no obtuvo ningún logro” tras atacar Fordo, Isfahán y Natanz.

El magnate estadounidense suele caer en todo tipo de exageraciones. El 4 de febrero propuso convertir a la ciudad de Gaza, devastada por los bombardeos israelíes, en una suerte de “Riviera de Medio Oriente”, con la reubicación de los palestinos en otros países, provocando de inmediato el rechazo de los principales líderes árabes.

Y lo mismo ocurre ahora cuando insiste en la completa destrucción de las tres centrales de Irán, tras lanzar el 22 de junio la operación “Martillo de Medianoche”, en la que intervinieron más de 125 aviones, cargados con bombas anti-búnker de 13.000 kilos de explosivos.

Sin embargo, Teherán no ha renunciado a continuar con su programa atómico. Jamenei dijo que EEUU ayudó a su principal aliado en la región para evitar que terminara “completamente destruido” e insistió en que Washington no fue capaz de lograr nada significativo atacando a los persas.

“Nadie sabe si el cese del fuego será respetado, aunque todos obedecen los mandatos de Trump. Es demasiado temprano para afirmar que comienza una nueva era o si nos acercamos a la paz”, dijo Mario Sznajder, profesor emérito en Ciencias Políticas de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

En declaraciones a la agencia Nuevas Palabras, el académico opinó: “Creo que primero habría que evaluar los resultados de esta guerra y luego el futuro nuclear y balístico de Irán que tanto preocupan a Israel, a pesar del daño infligido a Teherán en estos sectores”.

“Él vino, bombardeó y puso fin a la guerra. O eso es lo que quiere que el mundo crea”, se preguntó el semanario británico The Economist. 

Durante estos días, Trump recordó el lanzamiento de dos bombas atómicas arrojadas por EEUU contra Japón en las ciudades de Nagasaki e Hiroshima, el 6 y 9 de agosto de 1945, respectivamente, para obtener la rendición de Tokio  durante la Segunda Guerra Mundial.

El entonces presidente estadounidense, Harry Truman, justificó esa acción de guerra para evitar que murieran alrededor de un millón de soldados en la invasión de Japón. Pero otros historiadores aseguran que esa no era la única opción militar que tenía la Casa Blanca.

«No quiero usar el ejemplo de Hiroshima ni el de Nagasaki, pero fue esencialmente lo mismo. Eso puso fin a esa guerra», dijo Trump antes del inicio de una cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), realizada el martes en Países Bajos. La declaración del mandatario fue repudiada por sobrevivientes japoneses.

Los expertos aseguran que llevará tiempo evaluar los daños causados por las 14 bombas anti-búnker lanzadas por Estados Unidos.

De todos modos, según una evaluación preliminar de la inteligencia del Pentágono, la sede del Ministerio de Defensa, los bombardeos no destruyeron la capacidad nuclear de Irán y solo retrasaron unos meses el desarrollo de ese país para fabricar su primera bomba atómica.

Sin embargo, el jueves, el ministro de esa cartera, Pete Hegseth, dijo que fueron “históricamente exitosos”. La Agencia Central de Inteligencia (CIA), por su parte, dijo también que las centrales resultaron dañadas.

Teherán, no obstante, cuenta con capacidad suficiente para “reconstruir sus instalaciones nucleares”, dijo en Viena el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael M. Grossi. 

Los daños causados en Fordo, Ishafán y Natanz son ahora los puntos esenciales del conflicto, luego de que el miércoles el Parlamento iraní votará a favor de suspender la cooperación con la OIEA, a la que Irán acusa de comprometer su credibilidad internacional por no condenar los ataques de Israel contra su territorio.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acusado por el ex presidente norteamericano Bill Clinton de atacar a la República Islámica para perpetuarse en el poder, amenazó con reanudar los ataques militares si Israel continúa con su programa nuclear. ¿Qué hará finalmente Trump?

A pesar de su arrogancia, el líder republicano sabe cómo moverse en el mundo de la política. Esta semana, por ejemplo, logró que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aprobara aumentar del 2 al 5% del PBI (producto bruto interno) en los gastos de defensa.

Sin embargo, España rechazó la propuesta. “Es el único país (…). Así que van a pagar a través del comercio”, prometió Trump.

Por NP