La depreciación que el dólar viene experimentado en los últimos tres meses, luego de diez de fuerte apreciación, podría traer aparejado “cierto alivio, aunque marginal” a la economía argentina, con una mejora en el precio de las commodities y una mayor “apetito” de los inversores por los mercados emergentes, según la evaluación de la consultora Quantum Finanzas.
La entidad dirigida por Daniel Marx, ex secretario de Finanzas y actual asesor del ministro de Economía, Sergio Massa, señaló que “entre enero de 2021 y octubre de 2022, el tipo de cambio real multilateral del dólar se apreció 16% contra la canasta de monedas según el comercio de Estados Unidos”, en un movimiento “muy emparentado al proceso de suba de tasas diferencial que hizo la Reserva Federal (FED) para enfrentar la aceleración de la inflación”.
Desde entonces y hasta la actualidad (17 de enero) se dio el proceso inverso y la moneda estadounidense “se depreció 6,3%”, indicó.
“Esta dinámica podría continuar en el corto plazo, principalmente por la expectativa de que la FED podría estar llegando al techo de la suba de la tasa, mientras que, en otras zonas, continúan presiones al alza de sus propias tasas de interés”, estimó Quantum.
La apreciación entre ene-21 y oct-22 se dio en un contexto donde existía la expectativa de cambio en el sesgo de la política monetaria, contractivo, ante la aceleración de la inflación (a fines de 2021 del 7,1% anual y en suba, mientras que la tasa de política era 0,25%).
El período de apreciación coincidió con uno de suba de las tasas de interés más rápido y, en anticipación al que luego haría el Banco Central Europeo, lo que derivó en “un spread creciente entre ambas tasas, que se ubicaba en 75 puntos básicos al inicio del período de suba en Estados Unidos y en 250 pbs en la actualidad, habiendo tocado un máximo de 325 pbs en septiembre de 2022”.
La expectativa del mercado es que el spread continuaría reduciéndose, en el marco de una fuerte desaceleración de la inflación en Estados Unidos y el riesgo de una recesión de no bajarse la tasa de política.
Quantum se basa en estimaciones promedio del mercado relevadas por Bloomberg, previendo que de los 250 pbs actuales habría una reducción a 120 pbs a fines de 2023 y a 47 pbs a fines de 2024.
“Dada la política economía actual en Argentina, la depreciación del dólar representaría un cierto alivio, aunque marginal, a las restricciones con las que funciona la economía”, consideró, teniendo en cuenta que los “períodos de depreciación del dólar se asocian a precios internacionales de commodities más altos, algo que a Argentina le vendría bien en un año en que el volumen de exportaciones agrícolas se verá muy afectado por la sequía y por otros factores que inciden sobre oferta y demanda (ej, nivel de actividad en China, la guerra en Ucrania)”.
Por otro lado, Quantum sostuvo que “se espera que en 2023 el volumen de importaciones de energía sea menor que en 2022 (por entrada en operación parcial del gasoducto y menor nivel de actividad), siendo independiente de los efectos que podría tener la depreciación del dólar y la situación de demanda global sobre el precio de la energía”.
También podría profundizarse “el mayor apetito por activos en mercados emergentes que se observa desde la segunda mitad del año pasado”, reflejado que desde el 13 de octubre de 2022 “el Merval medido en dólares libres subió 100%”.
“De sostenerse, ese mayor flujo de capitales hacia emergentes podría llegar también a Argentina, especialmente si se dan los cambios que se anticipan en las políticas, con un sesgo más proinversión, y se mantiene localmente una política monetaria restrictiva”, finalizó.