BUENOS AIRES (ANP).- Contra viento y marea, Nicolás Maduro juró hoy como presidente de Venezuela para iniciar un nuevo mandato, aunque esta vez con un nuevo ingrediente que hasta ahora no había probado: el asombro de un poder que se debilita cada día por la falta de legitimidad de su gobierno.

La manifestación multitudinaria que se vio en las calles del país ayer, y la incomprensible jugada de detener a la dirigente opositora María Corina Machado para liberarla al rato son muestra de que el mandatario enfrenta un panorama sombrío, que podría finalizar en una caída de su régimen con consecuencias imprevisibles para él y su colaboradores.

Walter Molina, politólogo venezolano que vive en Argentina, aclaró que tras el resultado de las elecciones pasadas, que otorgó el triunfo al opositor Edmundo González Urrutia, Maduro ya no está asumiendo la presidencia del país sino continuando un golpe de Estado.

En declaraciones a CNN Primera Mañana, el experto afirmó que «a partir de hoy, cuando debería asumir el cargo el presidente formalmente electo, Edmundo González Urrutia, Nicolás Maduro y su régimen criminal comienzan a ser una fuerza de ocupación en Venezuela».

Entre los principales hechos que están marcando el inicio de un cambio de época en Venezuela, Molina mencionó en primer término que las manifestaciones en contra se vieron en ciudades de todo el país a pesar de las torturas, asesinatos y secuestros ocurridos a quienes protestan contra el régimen.

También resaltó la «rápida respuesta de la comunidad internacional, que va de izquierda a derecha», ante la detención de Machado. Ese aspecto que señala Molina quizás sea la mayor alarma que se encendió ayer frente a los ojos de Maduro.

«Ya no se trata de ideología, es la barbarie de unos criminales contra un pueblo entero que quiere ser libre, desde Gabriel Boric hasta Donald Trump», ejemplificó.

Los próximos días serán claves para vislumbrar qué es lo que le espera al ahora debilitado presidente Maduro y, por supuesto, al pueblo venezolano. Según adelantó Molina, González Urrutia intentará entrar a Venezuela acompañado de algunos expresidentes «y, quién sabe, si alguna sorpresa, algún presidente en ejercicio».

Para el politólogo, «los venezolanos hoy, constitucionalmente, pueden salir a las calles a exigir el fin de esta fuerza de ocupación», a la vez que aclaró que la comunidad internacional no está compuesta de simples «entes abstractos: son los gobiernos, los diplomáticos, los parlamentarios, los organismos internacionales, la Corte Penal Internacional y un largo etcétera».

En suma, Maduro arranca su nuevo mandato con plena conciencia de que esta vez una abrumadora mayoría del mundo está en la vereda de enfrente.

En la región, el argentino Javier Milei y probablemente el entrante Donald Trump liderarán una avanzada para presionar y aislar a su gobierno, porque ahora también hay rehenes extranjeros encarcelados que han convertido esta cuestión en un conflicto diplomático de varios frentes. Y sin duda, la postura que adopte Trump podría ser definitiva para sellar la suerte de Maduro.

También lo será el hartazgo del pueblo, que lleva años de crisis económica sobre sus espaldas. «El pueblo venezolano está decidido a ser libre, y esto no es un comentario grandilocuente o algo por el estilo, está decidido a ser libre porque si hay personas que entienden que la única solución para Venezuela, porque no hay otra, es recuperar la democracia, somos los venezolanos», finalizó Molina.

Por NP