Buenos Aires, ene 10 (ANP).-  Las buenas condiciones que se presentan en 2021 para los mercados emergentes, con un debilitamiento del dólar y mejoras considerables en el precio de las commodities, corren el riesgo de ser desperdiciadas por la Argentina, que en un año electoral pondrá el acento en postergar el aumento de las tarifas y profundizar las restricciones a la importación como forma de preservar las reservas.

Así lo sostuvo la consultora Quantum, dirigida por el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, en un análisis que, a modo de presentación de una situación recurrente en la historia económica del país, se titula “La obstinación de ir contra los vientos favorables”.

“En el comienzo del 2021 soplan vientos favorables para las economías de varios países emergentes que habían sido muy golpeados durante el 2020, y en particular para Argentina”, señaló al tiempo que sostuvo que el país “podría aprovechar ese mejor clima para impulsar medidas tendientes a superar algunas de las dificultades de su economía”.

Esa decisión, agregó, “contribuiría a reducir la desconfianza que hoy existe, lo cual se traduciría en menor incertidumbre, baja de los costos de financiamiento, en particular del sector privado, y mayores incentivos para la toma de decisiones de inversión y consumo”.

Sin embargo, Quantum advirtió que “algunos intentos de avanzar con decisiones que contribuyan a reducir los distintos desequilibrios en los precios relativos y la desconfianza en general se enfrentan con limitaciones por la percepción de sus efectos en el plano electoral”.

“Esta falta de coordinación y señales mixtas se reflejan en distintas dimensiones y se traduce en la brecha cambiaria y en la alta tasa de riesgo del país”, indicó.

Quantum compara la situación actual (al 7 de enero) con la del 2 de noviembre, un lapso en el que “el dólar se depreció más de 5%, subió el precio de distintas commodities medidos en esa moneda (soja subió más de 30%, por encima de USD 500/tn) y el costo de financiamiento no tuvo mayores cambios, aunque en la región se comprimió 60 puntos básicos promedio”.

Ese viento de cola se contrapone con las decisiones tomadas por el gobierno del presidente Alberto Fernández “para evitar una eventual repercusión del ajuste en precios relativos, particularmente de tarifas que en algunos casos llevan dos años desactualizadas sobre la tasa de inflación”.

En ese aspecto, “el Gobierno frena aumentos e impone restricciones a las exportaciones agropecuarias”, decisiones con las que, para Quantum, “se pone en riesgo la calidad de servicios esenciales, se afecta el resultado del balance comercial (importaciones de gas) y se transmiten señales que dificultan la toma de decisiones de inversión”.

“Ello en un marco en el que, casi independientemente de esas decisiones, la tasa de inflación esperada para el 2021 se ubica en el orden del 48-50% anual, luego de cerrar diciembre 2020 en alrededor del 4% anual y el año en 36% anual”, añadió.

Asimismo, para preservar las reservas internacionales, se tomaron nuevas medidas restrictivas a las importaciones de ciertos bienes, calificados como “suntuarios”.

Para la consultora, “en este tipo de restricciones es difícil definir un límite y, al mismo tiempo, tienen el efecto de encarecer el precio de algunos bienes que podrían funcionar como sustitutos”.

Pero por otra parte, señaló, “se da cierta flexibilidad a la cuenta financiera del balance de pagos, en particular en lo relacionado al pago de servicios de deuda financiera de empresas, reconociendo el impacto negativo de eventuales incumplimientos del sector corporativo”.

Quantum concluye que “mientras que el contexto internacional juega a favor de las economías emergentes, Argentina vuelve a enviar señales contradictorias, que dificultan sacar provecho de ese escenario”.

Al respecto, sostiene que “contener la inflación y preservar reservas parece ser el objetivo perseguido por la política económica en el inicio de 2021, pero con costos difíciles de prever dado el impacto negativo sobre las decisiones de inversión en importantes sectores de la economía”, aunque por otro lado “el Gobierno parece comprender el alto costo que generarían incumplimientos de las obligaciones financieras internacionales del sector corporativo”.

 

Por NP