BUENOS AIRES (ANP) La eliminación de las transferencias discrecionales de la Nación a las provincias que el gobierno anunció que está dispuesto llevar a cabo no puede concretarse fuera del marco de un nuevo acuerdo que coordine las potestades tributarias de cada una de las partes, en reemplazo de un régimen de Coparticipación Federal que no hace más que generar «una estructura de incentivos perversa».

Así lo sostuvo hoy el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), que advirtió sobre las asimetrías en la asignación de recursos y que dentro de las transferencias discrecionales o no automáticas hay mucho más que favores políticos.

«La realidad es más compleja», advirtió la entidad dirigida por Jorge Colina en un informe en el que apuntó que «en general, las transferencias discrecionales se asocian a los Aportes del Tesoro Nacional (ATN)», además de «otras transferencias de fondos nacionales» fundadas en «obligaciones reguladas, como las compensaciones a las provincias que mantienen las cajas jubilatorias de sus empleados públicos».

Asimismo, abarcan programas nacionales de las áreas de Educación, Salud, Vivienda, Desarrollo Social, Ambiente, entre otros, que se superponen con gastos provinciales.

En base a las transferencias monetarias de la Nación, IDESA precisó que «las provincias del norte obtienen el  74% de sus ingresos de la Coparticipación y un 9% adicional de transferencias discrecionales», una proporción que baja al 54% y 6% para las provincias del centro  y 45% y 3% para las del sur.

La entidad remarcó que ese «marcado sesgo a favor de las provincias del norte» no ha logrado revertir su rezago que respecto del resto del país, una paradoja que se explica porque «la Coparticipación Federal de Impuestos genera una estructura de incentivos perversa», al operar «como una transferencia monetaria automática y no condicionada».

«Esto induce a los gobiernos locales a usar los fondos públicos en prácticas clientelares orientadas a mantenerse en el poder. El ejemplo más ilustrativo son los excesos de empleo público», abundó, para aclarar que las transferencias discrecionales, si bien buscan resolver esos problemas, no hacen más que potenciarlos.

Para IDESA, la solución «pasa por reconstruir la organización federal a partir de un nuevo acuerdo de coordinación tributaria y funcional entre las provincias y el Estado nacional», que sustituya la Coparticipación por «la separación de fuentes tributarias».

En ese esquela propuesto, «El Estado nacional se financiaría con impuestos al comercio exterior, a la seguridad social y la totalidad del impuesto a las ganancias» y las provincias «con la totalidad del IVA –unificado con Ingresos Brutos y tasas de industria y comercio municipales– que se genere en su territorio».

«Para las provincias del norte –hoy subdesarrolladas por la coparticipación– se prevería un Fondo de Convergencia que les financiaría planes de desarrollo». agregó IDESA, como condición para, luego «eliminar las transferencias discrecionales».

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Por NP