Buenos Aires, (ANP) – El ministro de Economía, Sergio Massa, no se da por vencido y vuelve a la carga con la idea de lanzar un blanqueo de capitales para sumar algunos dólares en el Banco Central y generar algún ingreso fiscal extra. Mandó al Congreso el mismo proyecto de ley que no se pudo aprobar en sesiones extraordinarias este verano.

Massa comenzó a hablar sobre el blanqueo en noviembre del año pasado, cuando firmó el acuerdo FATCA de intercambio de información con los Estados Unidos. El titular del Palacio de Hacienda aseguró que una vez puesto en marcha el convenio iba a obtener información de argentinos en ese país y que para ello se ofrecía el plan de exteriorización de capitales.

La realidad es que el blanqueo no se aprobó en su momento, y que el FATCA no está operativo, al menos para el gobierno de los Estados Unidos.

El proyecto que mandó al Congreso es parecido al que se mandó en noviembre. Se cambiaron fechas y plazos y se incrementaron las alícuotas del impuesto especial.

La normativa permite exteriorizar tenencia de moneda nacional y/o extranjera en el país y/o en el exterior, activos financieros, bienes inmuebles, bienes muebles y demás bienes en el país y/o en el exterior (incluyendo créditos).

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Las alícuotas aplicables para la exteriorización de los bienes del país y del exterior cuando exista repatriación aplicable sobre el monto exteriorizado al tipo de cambio del Banco Nación.

Los porcentajes serán: 5%, desde la entrada en vigencia y hasta transcurrido el plazo de 120 días corridos; 10%, para los bienes declarados desde el vencimiento del plazo del punto anterior y hasta transcurrido el plazo de 120 días corridos; 20%, para los bienes declarados desde el vencimiento del plazo del punto anterior y hasta transcurrido el plazo de 120 días corridos. En el anterior proyecto las alícuotas era del 2,5%, 5% y 7,5%.

«El Poder Ejecutivo ha presentado el proyecto de blanqueo que había dado a conocer a inicios del año con la introducción de modificaciones que lo hacen menos atractivo. Esta presentación parecería ser una acción más bien de tipo política», señaló Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios.
Domínguez indicó que «difícilmente, en este año electoral, se logren los votos para su aprobación y aún lográndolo, es poco probable que los contribuyentes estén dispuestos a ingresar a un blanqueo de este tipo.

En el caso de las personas que tengan dólares «en negro» en el país, de aprobarse el proyecto e ingresar al mismo, tendrán que depositar el dinero en una cuenta especial, y no tendrán un «parcking». En el caso de los que exterioricen desde el exterior y repatríen el 10%, tendrán que retenerlos en la cuenta durante un año. Tendrán el beneficio de pagar la misma alícuota para los que ingresen dólares desde el país. Si no repatrían el impuesto sube al 7,5%;12,5% y 22,5% respectivamente.

Mario Volman, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA también señaló que se trata de «un mal momento» para tratar de relanzar el programa de exteriorización, en el marco de un año electoral.

El acuerdo FATCA está vigente, pero no está operativo para EEUU

Si el blanqueo de capitales está atado al acuerdo FATCA, este por ahora no tendría el poder disuasivo que se supone debería tener. Ello es porque el acuerdo no está operativo para el gobierno de Joe Biden. Una de las cláusulas del mismo plantea que para que el servicio de impuestos de Estados Unidos empiece a pasar información a Buenos Aires se requiere de una nota del Departamento del Tesoro que certifique los estándares argentinos en materia de secreto fiscal

Guillermo Pérez, CEO de Grupo GNP, señaló: «No tenemos noticias de que EEUU haya emitido la nota dando conformidad a los procesos de argentina en materia de secreto fiscal y en materia de eficiencia en los procesos de intercambio de información».  De ese modo, el gobierno norteamericano podrá empezar a mandar información de contribuyentes argentinos desde el 1ro de enero de 2023 solo cual el Tesoro cumpla con ese paso.  Pérez explicó que el gobierno estadounidense podría tomarse los primeros 7 años y todavía podría mandar toda la información junta, desde el 1ro de enero. Pero ya si se demora más 7 años, lo correspondiente a este año  y el 2024 quedaría prescripto.

«Con esas alícuotas esto parece ser una bomba de humo, y si el acuerdo no está operativo tampoco hay apuro desde ese punto de vista», explicó el CEO de GNP, quien dijo que «con esas alícuotas no blanquea nadie».

La opinión desde el punto de vista legal

El abogado experto en temas fiscales Diego Fraga señaló que «el proyecto no parece oportuno desde el punto de vista político ni económico».

«Difícilmente desde la oposición se preste a aprobar un nuevo blanqueo en el ocaso de un gobierno que se termina y con altas chances de acceder al poder. Los blanqueos y moratorias son recursos que suelen ser utilizados al inicio de los mandatos para hacerse de fondos frescos. También tienen que venir acompañados de ciertas expectativas. En la actual situación del país, con presión tributaria record, cepo cambiario recargado más crisis hiperinflacionaria, es muy difícil que pueda tener éxito un nuevo sinceramiento fiscal. De hecho, este gobierno ya aprobó otros anteriormente, que fueron estrepitosos fracasos», señaló el CEO  de Expansion Business.