Buenos Aires, mar 13 (ANP).- El 43% del precio que paga el consumidor final por el vino en cualquiera de sus presentaciones se lo lleva el Estado nacional, provincial y municipal a través de los impuestos, en tanto al productor primario le queda entre el 5,8% y el 9,4%, de acuerdo con una investigación realizada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

La medición guarda relación con otras realizadas por la misma entidad con otros productos, como la yerba mate, que dejan en evidencia que el principal componente del precio final de los productos son los impuestos que cobra el Estado en sus tres niveles (Nación, provincia y municipios).

El informe cobra especial importancia en medio de la convocatoria del Gobierno a diferentes representantes del comercio, la industria y los servicios para analizar los precios de la economía.

En el caso del vino envasado en tetra-brick, CAME señaló que “de los $88,70 en los que se vendió la caja de vino tinto gama baja en Capital Federal -precio promedio de la segunda semana de febrero 2021-, el productor participa en un 9,4% del precio de góndola ($8,40), la industria bodeguera en 21,6% ($19,20) -11,3% elaboración y 10,3% fraccionamiento-, el mayorista en 15,2% ($13,40), el minorista en 10,7% ($9,40), y los impuestos en 43,1% ($38,30)”.

“Una vez más, el Estado en sus tres niveles es el gran protagonista”, remarcó CAME, que agregó de de la carga impositiva total “el 69,9% son impuestos de origen nacional y el 30,1% provinciales o tasas municipales”.

Con respecto a los impuestos específicos de la cadena de valor, el 41,9% corresponde al IVA, el 24,5% al Impuesto a las Ganancias, el 16% a Ingresos Brutos, el 3,5% a impuestos sobre la mano de obra, y el 14,1% a otros impuestos provinciales o tasas municipales.

Asimismo, del precio que abonó el consumidor en góndola ($88,70), además del importe correspondiente a impuestos ($38,30), el 19,6% ($17,40) corresponde a ganancias netas y el 37,2% ($33) a costos de producción, elaboración y distribución.

“La excesiva carga tributaria queda al descubierto también en el vino embotellado, respondiendo el 76,1% a impuestos nacionales y el 23,9% a provinciales o tasas municipales”, añadió la entidad presidida por Gerardo Díaz Beltrán.

Al analizar los impuestos específicos de la cadena de valor, el 41,3% corresponde al IVA, el 23,9% al Impuesto a las Ganancias, el 15,5% a Ingresos Brutos, el 4,2% a impuestos sobre la mano de obra, y el 15,1% a otros gravámenes provinciales o tasas municipales.

Durante la segunda semana de febrero 2021, el precio promedio de una botella de vino tinto gama media-baja de 750 cc en la ciudad de Buenos Aires fue de $215,50.

Del valor de góndola, el productor explica el 5,8% ($12,40), la industria bodeguera el 22% ($47,40) -14.7% elaboración y 7.3% fraccionamiento-, el mayorista el 17,6% ($37,90), el minorista el 11,3% ($24,50), y los impuestos el 43,3% ($93,40).

Del precio que abonó el consumidor en góndola ($215,50), además del importe correspondiente a impuestos ($92,90), el 19,1% ($41,30) corresponde a ganancias netas y el 37,5% ($80,90) a costos de producción, elaboración y distribución.

Por NP