BUENOS AIRES (ANP) -. La ruptura de la tregua en Gaza por parte de Israel, a raíz de la negativa de Hamas de entregar a 59 personas secuestradas el 7 de octubre de 2023, muestra la peor imagen del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sospechado de crímenes de guerra.

A esta situación se suma la destitución del jefe de Seguridad interna, Ronen Bar, representante del Shin Bet, el servicio de inteligencia nacional que señaló que la investigación de dicho ataque fundamentalista demostró “una indiferencia prolongada y deliberada” de la cúpula política para prevenir una posible amenaza del grupo islámico.

Bar, de 59 años, que dirigió ese organismo desde 2021, es el primer miembro del Shin Bet en ser despedido en la historia de Israel.

El ex funcionario, cuya destitución fue aprobada el viernes por unanimidad por el gabinete, calificó en una oportunidad de “terrorismo judío” a la violencia que ejercían los colonos israelíes contra los palestinos.

“Para comprender la lógica de la violación unilateral de Israel del cese del fuego, hay que examinar la política doméstica”, dijo el analista internacional Arie Kacowicz, profesor titular en Relaciones Internacionales de la Universidad hebrea de Jerusalén.

En declaraciones a la agencia Nuevas Palabras, el investigador criticó el retorno al gobierno del ultraderechista Itamar Ben-Gvir, un supremacista antiárabe nombrado nuevo ministro de Seguridad, tras la reanudación de los bombardeos en Gaza, para “garantizar la aprobación del presupuesto para 2025-2026”.

“De hecho, Netanyahu está dispuesto a sacrificar la vida de los rehenes que siguen (vivos) en Gaza, a cambio de su supervivencia política”, opinó.

Al referirse al a política doméstica, el experto puso de relieve la marcha de protesta realizada esta semana en Jerusalén contra el gobierno derechista que, a su juicio, “sigue emprendiendo una campaña de destrucción del Estado de derecho”.

Como ejemplo de ello, Kacowicz citó el despido del jefe de Seguridad Interna, quien finalizará sus funciones el 10 de abril, aunque se cree que se irá mucho antes.

“Este funcionario, legalmente y en forma paradójica, es el defensor de la dañada democracia israelí, confrontando los esfuerzos de Netanyahu de transformar a Israel en una dictadura”, opinó el autor de “Globalización y distribución de la riqueza”, entre otras obras.

Bar investigaba, además, los supuestos sobornos del gobierno hebreo con Qatar, aunque el  primer ministro ha rechazado estas acusaciones, señalando que son ”motivos políticos” para derrocarlo.

Según Netanyahu, la decisión de destituir al jefe de inteligencia  era necesaria para lograr los objetivos bélicos de Israel en Gaza y “prevenir el próximo desastre”.

Lo cierto es que ahora Israel sigue atacando ese territorio palestino, tras haber culminado la primera etapa del alto del fuego en la que se acordaron, entre otros puntos, la liberación de 25 rehenes israelíes vivos y ocho muertos, tras la excarcelación de 1900 prisioneros y detenidos, el regreso de los desplazados y la retirada de las tropas de algunas zonas de Gaza.

Pero ahora, tras el fin de la tregua, el ministro de Defensa, Israel Katz, amenazó con anexionar territorio de Gaza, si Hamas no libera a los rehenes.

La relatora especial de la ONU, la italiana Francesa Albanese, opinó que la ola de bombardeos por parte de Israel, que causaron desde el martes la muerte desde el marte de 591 personas, entre ellas 200 niños, “no es una aceleración de la guerra, es un genocidio que está ocurriendo en tiempo real. Y que lleva

Se cree que de los 59 rehenes que deben ser liberados, 24 de ellos han muerto tras el asesinato de 1200 personas y el secuestro de otras 250 durante la peor masacre desatada contra Israel desde el Holocausto nazi, ocurrida hace casi un año y medio en el sur israelí.

El viernes, Hamas dijo que proseguía las negociaciones con el enviado estadounidense a Gaza, Steve Witkoff, para extender la tregua hasta abril y lograr un alto el fuego prolongado, así como la retirada del territorio ocupado.

En ese contexto, Estados Unidos apoya fielmente a Israel. Poco después de asumir el control de la Casa Blanca, el pasado 20 de enero, el presidente Donald Trump presentó una fórmula para Gaza que deja de lado la iniciativa de los “dos Estados” impulsada históricamente por las Naciones Unidas, con el fin de crear una suerte de “Riviera francesa” en el enclave palestino.

A pesar de las críticas contra Israel, la Casa Blanca continúa brindando su apoyo al líder conservador israelí, cuya captura ordenó la Corte Penal Internacional (CPI) por supuestos crímenes de guerra y de lesa humanidad en la Franja de Gaza, el pasado 21 de noviembre.

Hoy, el conflicto entre israelíes y palestinos está más insoluble que nunca. Para Dahlia Scheindlin, del diario Haaretz, Netanyahu “busca una guerra interminable en Gaza, pero los israelíes no quieren pelear más”.

Por NP