Buenos Aires (ANP) -Roberto García Moritán tiene apellido de diplomático aunque es empresario gastronómico. Y es que en realidad es hijo del diplomático Roberto García Moritán, quien fue funcionario del gobierno de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández. Es sobrino también de Martín García Moritán, ex embajador ante la ONU designado por Mauricio Macri. Es decir, proviene de una familia del servicio exterior.
Una curiosidad de García Moritán es que no es argentino. Nació en 1975 en Nueva York. Volvió al país con su familia cuando tenía 12 años. Estuvo en pareja con la hija del banquero dueño de Banco Macro, el fallecido Jorge Brito, Milagros con quien tuvo dos hijos. Luego al separarse, por medio de un amigo, se contactó con Carolina Ardohain, más conocida como Pampita y entabló una nueva relación de la que nació una niña.
García Moritan llega a la política de la mano de Ricardo López Murphy, en el espacio Republicanos Unidos. Para las elecciones del 2019, el ex ministro de Economía encabezó una lista en las PASO de Cambiemos, mientras que García Moritan encabezó la de legisladores de la ciudad. Entre otros proyectos de ley que presentó aparece uno que propone demoler el histórico edificio del ex Ministerio de Obras Públicas, donde Eva Duarte de Perón llevó a cabo lo que se conoció como “renunciamiento histórico” a su candidatura a vicepresidenta de Juan Domingo Perón, para el período 1952-1958.
Cobró notoriedad en julio del 2021 cuando pronosticó que el dólar se iba a ir a $400, cuando el valor era $296.
Las relaciones con Ricardo López Murphy iban bien hasta que el ex ministro y referente liberal decidió candidatearse a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para las últimas elecciones. García Moritan con un grupo de dirigentes decidieron impedir esa postulación en una interna carnicera, que al final terminó por destruir a Republicanos Unidos, reducido a un mero sello de goma.
«Ante las canallescas operaciones de un minúsculo grupo de trepadores y traidores, me veo obligado a aclarar que mi precandidatura a Jefe de Gobierno se encuentra más firme que nunca», expresó Ricardo López Murphy en su cuenta Twitter. El grupo de García Moritán adujo que el líder del espacio se había postulado sin haber respetado las normas internas del espacio. Adujeron que les había impedido la afiliación de 800 personas. Al final López Murphy resignó sus aspiraciones.
La realidad en aquel momento era que el espacio de Cambiemos mostraba ya ya cierto grado de fractura. Por presiones internas Horacio Rodríguez Larreta había aceptado a regañadientes que Jorge Macri fuera por el PRO en la Ciudad, mientras que abajo, aparecían otros candidatos como el propio López Murphy y los nacientes libertarios con Ramiro Marra, que le quitaban potencia a la candidatura de Jorge Macri en contra del verdadero enemigo, Martín Lousteau, el presidente de la UCR.
La verdad es que al renunciar López Murphy como candidato a jefe de gobierno porteño, quedó en pie García Moritán, quien rápidamente negoció con Jorge Macri bajar también su candidatura para facilitar el triunfo del PRO en la interna.
Macri le terminó pagando el favor con un Ministerio de Desarrollo Económico en la Ciudad de Buenos Aires, aunque el caramelo de madera le duró poco cuando se detectó que había algunas designaciones de más. Es decir, el ex ministro porteño habria pretendido armar su propia estructura militante, pero recibió rápidamente el famoso “shot” de parte de la gente del PRO, quien siempre lo ha visto como sapo de otro pozo.
Al mirar con una mayor perspectiva, se entiende que García Moritán tuvo por misión impedir el crecimiento de López Murphy en la Ciudad y que le pagaron con ministerio. De haber mantenido su candidatura el resultado podría haber sido que hoy la ciudad estuviera nuevamente gobernada por radicales.
Quedan siempre las dudas si las 800 afiliaciones de la que se quejaron que no les dejaban pasar no eran en realidad militantes del PRO enviados a romper el partido a López Murphy, algo que ya le ocurrió con Recrear, según dijo él mismo,luego de haber quedado tercero en las elecciones del 2003.