BUENOS AIRES (ANP).- Ni el nuevo Papa, ni la urgencia para que los argentinos empiecen a gastar sus dólares guardados. Hoy la prioridad absoluta de Milei —que tiene debilidad por las batallas épicas, al mejor estilo cristinista— es ir a fondo y demostrar el domingo que el alumno puede superar al maestro, es decir, que puede vencer en su propio terreno a quien alguna vez le prestó su estructura partidaria para llegar a la presidencia.
Tras un duro cierre de campaña el miércoles en el que acompañó a su candidato a legislador, Manuel Adorni, el presidente Javier Milei se refirió a los dirigentes del PRO como los «fracasados amarillos», quemando todos los puentes para una eventual alianza en Provincia de Buenos Aires. Decidido a estar presente el domingo, cuando se defina esta votación que intenta tomar como caso testigo a nivel país, el libertario canceló una agenda que ya tenía confirmada.
Esta tarde se supo que se postergaba para la semana que viene el inminente anuncio sobre medidas para incentivar los gastos con los dólares que permanecen bajo el colchón. El vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó en su cuenta de X que el gobierno no quería dar pie a que la oposición lo acusara de buscar ventaja política antes de iniciarse la veda electoral.
Más temprano, se había informado que el presidente finalmente no iría a Roma para asistir a la ceremonia de consagración del papa León XIV, nombre que el mismo Milei consideró una señal divina, desde el momento en que se autopercibe como un león. Algún malicioso pensó que la decisión podía tener que ver con el contundente mensaje del nuevo pontífice en contra de los ataques a la prensa, pero si es así, nadie lo podrá probar porque las legislativas del domingo son motivo suficiente para quedarse en el país.
Un triunfo contundente en CABA significaría un enorme punto para LLA, sin duda, pero tampoco sería desalentador si obtuviera un decoroso segundo puesto detrás de Leandro Santoro, un legislador una y mil veces acusado de ser un kirchnerista encubierto que aparece como favorito en algunos sondeos. Quedar segundo pero por encima del PRO sería como decir que Milei y su equipo ya no necesitan del aparato del PRO. Para el espacio de Macri, sería una catástrofe perder la mayoría en la Ciudad tras casi dos décadas de reinado.
Sin embargo, las encuestas han fallado en varias oportunidades y ninguno de los escenarios se puede descartar. Un triunfo cómodo de LLA no es imposible, asi como el segundo puesto parece más probable. El tercer escenario, y el más temido por el oficialismo, sería un tercer lugar, y de ocurrir sería un llamado de atención que Milei no debería desoír.
Las cartas están echadas y la incertidumbre es total, pero lejos de buscar la excusa para ausentarse de escena si llega una derrota, Milei eligió estar el domingo al lado de su hermana Karina, responsable del armado político, y de su candidato, dispuesto a dar la cara cualquiera sea el resultado, como lo haría un león.