Los subsidios económicos del Estado nacional ascendieron en el primer semestre a $1.749.819 millones, con un alza interanual nominal del 66,8% que, por ser inferior a la inflación acumulada en los doce meses transcurridos, representó una baja del 20,4% en términos reales, según el informe difundido hoy por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
La baja a valores constantes obedeció al recorte de los subsidios destinados al sector energético, en particular a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA), como contrapartida de los aumentos tarifarios en la electricidad.
Por el contrario, los subsidios al Transporte mantuvieron su derrotero alcista, dejando en evidencia el impacto insuficiente de los aumentos tarifarios en este sector.
La ASAP consideró que los subsidios económicos son «uno de los rubros más importantes, no sólo por sus implicancias fiscales, sino por su impacto en múltiples dimensiones de la economía».
En junio, esta partida mostró una suba nominal del 43% y una baja real del 33,7%, acelerando la reducción acumulada en el año.
Los subsidios dirigidos al sector de la energía, que concentran el 75,7% del total, se redujeron un 41,1% en junio en términos reales (-28,1% en lo que va del año). Las partidas dirigidas a CAMMESA cayeron en junio 24,3% y 42,9% en el acumulado anual, siempre a valores constantes.
Las transferencias a CAMMESA se destinan fundamentalmente para cubrir el diferencial entre el costo de la energía y el precio abonado por los usuarios del servicio eléctrico.
En junio también se registró una reducción significativa en las transferencias dirigidas a ENARSA en relación con la inflación, aunque en el acumulado anual se verifica un incremento relacionado con la importación de gas para el abastecimiento local.
En contraposición, los subsidios destinados al transporte, tanto los del transporte automotor como los del ferroviario, crecieron por encima del IPC como consecuencia de tarifas que aumentaron por debajo de la inflación.
A su vez, Aerolíneas Argentinas pasó de no recibir recursos vía transferencias en 2022 a percibir $22.500 millones en lo que va de 2023. No obstante, corresponde aclarar que, a junio de 2022, la compañía recibió $28.745 millones que fueron registradas como gasto de capital en la partida inversión financiera, lo que implica que, en términos de recursos percibidos, se produjo una reducción significativa (-68% real).
En cuanto a las transferencias para financiar gastos de capital, en junio aumentaron un 132% en términos reales. Se destacaron por su significatividad las destinadas a ENARSA para obras del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que evidenciaron un aumento real mayor al 500% en junio y al 70% en el acumulado anual.
También crecieron las dirigidas a transporte automotor (Corredores Viales S.A.). En tanto, las destinadas a transporte ferroviario y Aerocomercial y a otros sectores, como AySA, alcanzaron variaciones reales negativas.