BUENOS AIRES (ANP) .- La derrota de Los Pumas 20 a 13 ante el equipo de Gales fue una muestra más de que el conjunto argentino es un equipo “de mitad de la tabla” que en un buen partido le puede ganar a Inglaterra y en los que está disperso, perder contra un rival apenas correcto como el británico.
En ningún momento del partido Los Pumas tuvieron el dominio del juego. Pero, a ser honestos vamos, tampoco lo había tenido en su triunfo contra Inglaterra. La diferencia fue que en aquel juego, la sostenida defensa, y la precisión de Emiliano Boffelli a los palos, hizo la diferencia.
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Acá se dio un partido en el sentido inverso. Fueron los galeses quienes supieron “plantarse” en la defensa y aprovechar los errores argentinos. La disputa pareció terminarse a los 5 minutos del segundo tiempo cuando Gales tapó una salida con el pie de Argentina, y marcaron un try en soledad.
De ahí en mas, el equipo argentino volvió a mostrar uno de los defectos de “origen”, como es la falta de precisión en los pases, errores en los line, falta de decisión a la hora de patear a los palos, algo que demostro a comienzos de año contra Australia.
Es más, Gales jugó 10 minutos con un hombre de menos, y Argentina no solo no le pudo convertir un tanto, a pesar de tener un par de penales a su favor, sino que tuvo aguantar que le convirtieran un penal en contra.
El try del final “decoró” un partido discreto, tal cual fue el anterior con Inglaterra, nada más (y nada menos) que en aquel funcionó la defensa y se supieron aprovechar las oportunidades.
Ahora habrá que trabajar “desde lo mental” para el equipo vuelva tomar el ímpetu que le permitió ganar al seleccionado de La Rosa, o a los All Blacks.