BUENOS AIRES (ANP) El superávit financiero alcanzado en enero, que en el devengado fue equivalente al 0,2% del PBI, se logró más que nada por la licuación de los gastos vía inflación antes que por un ordenamiento virtuoso de las cuentas públicas, al punto que las jubilaciones continuaron con su deterioro y en febrero caerán al nivel real más bajo en lo que va del siglo XXI, de acuerdo con el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).

Eso deja en evidencia la precariedad del «éxito fiscal» del mes pasado, ya que «la estrategia de equilibrar las cuentas públicas en base a la licuación de jubilaciones es muy endeble», sostuvo la entidad dirigida por Jorge Colina.

«Por un lado, porque tiene un impacto muy regresivo y genera tensiones políticas. Por otro, porque aumenta las demandas judiciales contra la ANSES debido a que la justicia previsional no tolera la licuación de jubilaciones. No es la primera vez que el ajuste fiscal se sostiene licuando jubilaciones, pero nunca con este nivel de intensidad. La principal conclusión es que el superávit de enero es positivo, pero muy precario», manifestó.

El año del siglo XXi con el menor nivel real de la jubilación mínima fue el 2002 -signado por una devaluación aún más brusca que la aplicada en diciembre de 2023- con $ 83.078 a precios de diciembre de 2023, en tanto el promedio del año pasado fue de $127.858, lejos de los $216.615 de 2013.

Pero el promedio del año pasado esconde un descenso sobre el final, al punto que en diciembre la jubilación mínima fue de $105.713. Como los haberes previsionales no se ajustarán hasta marz0, suponiendo una inflación de cerca del 20% para enero, «el valor real de las jubilaciones en enero 2024 será el equivalente a $88.094 a precios de diciembre 2023» y en febrero «seguramente se ubicará por debajo del valor real que tenían en el 2002», advirtió IDESA, que por ende concluyó que «las jubilaciones tendrán el menor valor real del siglo XXI».

La entidad señaló que «priorizar la meta de déficit cero es pertinente, pero también es esencial convencer que es factible sostener el equilibrio fiscal en el tiempo».

«Como lo demuestran experiencias pasadas, el ajuste por licuación de jubilaciones lleva a dilapidar esfuerzos, tanto de la sociedad como del gobierno», planteó y propuso «migrar desde un equilibrio fiscal basado en la licuación del gasto público a otros con bases más sostenibles», para lo que el requisito principal pasa por «abordar un ordenamiento integral del Estado».

Al respecto, IDESA postuló «por el lado de los ingresos, avanzar en la unificación y simplificación de impuestos y tender a que cada nivel de gobierno sea responsable de generar ingresos suficientes para cubrir sus gastos», en tanto por el de los gastos «eliminar superposiciones entre niveles de gobierno, ordenar el sistema previsional y mejorar la gestión pública».

«Esto demanda ideas innovadoras y capacidad para llevarlas a la práctica. Hasta ahora el gobierno ha demostrado tener ideas, pero carece de  la pericia política y técnica para instrumentarlas», finalizó.

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Por NP