BUENOS AIRES (ANP) Más allá de quien resulte ganador en el balotaje, la inflación promedio de 2024 se ubicará en un 300% «en el mejor de los casos», en el marco de un programa de estabilización que apunte a corregir la marcada distorsión de los precios relativos, y que implicará índices mensuales de por lo menos el 20% en la primera parte del año.

Así lo pronosticó la consultora Invecq, quien advirtió que, dependiendo del éxito del programa económico que se aplique, la inflación tenderá a descender en la segunda mitad del año o, si falla, derivar en «un episodio símil ‘Rodrigazo'».

La entidad presidida por Esteban Domecq no se sumó a quienes consideran una «buena noticia» la inflación de 8,3% de octubre, ya que pese a haber descendido en relación con agosto y septiembre, se anota entre las cuatro más elevadas de los últimos 32 años. Y tres de ellas fueron en este año: abril, agosto y septiembre», detalló.

«Este aumento se da en un contexto en el cual el tipo de cambio oficial se mantuvo ‘planchado’ en $350 desde mediados de agosto -recién esta semana se retomó el crawling-peg-, y hubo un importante despliegue por parte del Gobienro para que muchos productos no aumenten o lo hagan a un ritmo menor que la “velocidad crucero” a la que se mueve el resto de los bienes y servicios (ampliación y renovación de Precios Justos/Cuidados, congelamiento de las tarifas de transporte, regulación sobre las de energía, educación y medicina privada, entre otros)», comentó.

Asimismo, Invecq sostuvo que si bien eso no es una novedad, «se intensificó en los últimos meses», profundizando la brecha entre la inflación núcleo y los precios regulados, que desde 2019 fueron respectivamente de 832% y 485%.

Pero esta desaceleración fue calificada por la consultora como «transitoria», ya que en base a las propias proyecciones de la Secretaría de Política Económica «la inflación se habría vuelto a acelerar en noviembre», con subas de 2,4% y 2,2% durante las primeras dos semanas del mes, frente al 2,1% y 2% de las últimas tres de octubre.

«Independientemente de quien gane las elecciones, se avecinan unos meses calientes en materia de inflación», ya que una de las primeras tareas del próximo gobierno será la de intentar corregir la «notable dispersión de precios» generada en los últimos años por «la discrecionalidad de la política económica», vaticinó.

Entre los precios que quedaron «bastante rezagados» figuran el dólar oficial y las tarifas de los servicios públicos, no solo porque subieron menos de la mitad del nivel general sino porque la brecha llega a cuatro veces respecto de rubros como Prendas de vestir y calzado, Verduras, tubérculos y legumbres o el Dólar blue.

«Por ello, si se quisiera avanzar en un plan de estabilización, la próxima administración deberá corregir dicho atraso lo antes posible, para no seguir profundizando los desequilibrios actuales; corrección que, sin lugar a duda, se traducirá en una aceleración inflacionaria durante la primera parte del año», alertó Invecq.

Esa corrección, aseguró, «tiene que darse en el marco de un plan de estabilización que sea consistente y creíble; el cual, a su vez, será el que determine la dinámica y el desenlace inflacionario de 2024», ya que «de ser exitoso, la inflación de los primeros meses podría estar en torno al 20%, para descender luego de manera paulatina y cerrar el año en un dígito mensual. Pero, si fracasa, podría darse un episodio símil ‘Rodrigazo'».

Invecq concluyó anticipando que «si bien aún hay mucha incertidumbre en cuanto a quién será el próximo presidente y cómo será el programa de gobierno, no quedan dudas de que 2024 será un año de mayor inflación» y que «en el mejor de los casos, los precios internos podrían subir 300% en promedio (225% punta); pero, en el peor, se puede ingresar en una dinámica mucho más inestable, con desenlace incierto».

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Por NP