Buenos Aires, may 10 (ANP)- La decisión del Gobierno nacional de flexibilizar el aislamiento social, preventivo y obligatorio llegó “un poco tarde” para la mayor parte de las provincias, en las que hace semanas que se cuenta con “una circulación viral casi inexistente” y ahora se impone diseñar una salida “cuidada y eficiente” a los efectos de minimizar el daño económico que representó la cuarentena en la actividad y el empleo, sostuvo la consultora Invecq.

La entidad dirigida por Esteban Domecq indicó que con los datos de abril, que le pusieron “números a la crisis” es “casi absoluto” el consenso sobre “lo devastadora que está siendo la cuarentena sobre la actividad económica”.

En referencia al rechazo a las críticas a la rigidez de las medidas de aislamiento que diera a conocer el viernes pasado el presidente Alberto Fernández, Invecq advirtió que “muchas provincias o departamentos enteros” que “han tenido una circulación viral casi inexistente” en las últimas semanas.

Al respecto, la consultora consideró que si a esas regiones se les hubiera permitido “comenzar a desarrollar una actividad económica algo más normal de forma más temprana” a la que se dispuso, eso habría “ayudado a compensar la crisis de los grandes centros urbanos del país”.

Invecq repasó los principales datos con los que se cuenta para “ponerle números a la crisis” que quedó en evidencia al término de abril, el primer mes pleno de cuarentena.

“Mientras el gobierno y algunos analistas estiman que la recesión del año rondaría el 6 o 7% de caída respecto de 2019, otros tantos ya ubican sus proyecciones de caída por encima del 10%”, un desempeño que “llevaría al 2020 a instalarse como uno de los años más recesivos de la historia económica argentina”, incluso más que el 2002, alertó.

En ese sentido, precisó en base a estadísticas privadas que la actividad industrial tuvo una contracción del 17%, con un derrumbe del 34% en el sector automotor, si bien su producción el mes pasado directamente fue nula.

En cuanto a la construcción, la caída de marzo (con sólo 12 días de cuarentena) fue del 47% interanual, con un derrumbe en abril de casi el 75% en la venta de insumos.

Por su parte, la recaudación tributaria tuvo el mes pasado una caída real del 25%, con las complicaciones que representa en el balance fiscal del gobierno y de las provincias, en su mayor parte dependientes de la Coparticipación Federal.

Con esos datos, Invecq concluyó que “haber paralizado por completo a todo el territorio nacional durante 50 días luce como una estrategia demasiado costosa en términos de actividad, empleo y pobreza”, en especial si se tiene en cuenta que el grueso de los problemas se concentra en el área metropolitana y no en el resto del territorio nacional.

La consecuencia en el plano laboral será que “la tasa de desocupación registre valores que no se veían en la economía argentina desde los años 2003-2004”, indicó.

Asimismo, evaluó que la posibilidad de una recuperación estará condicionada por “la cantidad de empresas quebradas” que resultase de la crisis, ya que “si la estructura de la oferta ha sido dañada, entonces deberemos convivir durante algún tiempo con un nivel de producción, riqueza e ingresos menor al que teníamos a finales del año 2019”.

“El daño ya está hecho y ahora toda la atención debería estar puesta en diseñar una salida lo más cuidada y eficiente posible para minimizar los efectos permanentes que puedan quedar sobre la estructura económica”, recomendó Invecq.

 

Por NP