La Argentina «probablemente» ya haya ingresado a un nuevo régimen inflacionario, con un piso anual de tres dígitos que ha dejado de ser una probabilidad para convertirse en una realidad a partir del semestre marzo-agosto, el primero desde el comienzo de la Convertibilidad con un alza de precios minoristas de tres dígitos en su proyección anualizada.

La señal de alarma fue anunciada por la consultora Invecq en su último informe de coyuntura, en el que reitera el concepto de análisis anteriores acerca de la naturaleza del actual proceso inflacionario que, a diferencia de los anteriores, no está asociado a bruscas subas del tipo de cambio ni a ajustes de precios y tarifas reguladas.

«Entre marzo y agosto los precios acumularon un alza del 43,7%. Así, por primera vez desde la hiperinflación de la antesala de la Convertibilidad la economía argentina operó un semestre con una nominalidad anualizada de tres dígitos (107% TEA)», destacó la entidad dirigida por Esteban Domecq.

Al respecto, concedió que «el último semestre en particular(y el 2022 en general) se vio fuertemente afectado por shocks externos (conflicto Rusia-Ucrania y la turbulencia financiera internacional) e internos (crisis política y de deuda)», que en buena parte se reflejó en «un elevado componente estacional».

En ese punto, remarcó que los precios estacionales del IPC INDEC subieron 74% en lo que va de 2022 (un 130% anualizados) TEA), 18 puntos porcentuales por encima del nivel general de precios.

Invecq remarcó que «el proceso actual difiere de las aceleraciones inflacionarias de años anteriores: mientras que en el pasado reciente los saltos inflacionarios estaban claramente asociados con bruscos movimientos cambiarios o de precios regulados, ni el primero ni los segundos han (aún) impactado significativamente en la dinámica de precios actual».

En cuanto al dólar, indicó que «si bien el Banco Central incrementó considerablemente la tasa de depreciación del tipo de cambio oficial en los últimos dos meses (actualmente corre al 5,5%/6% mensual), hasta agosto el oficial avanzó un 35%», es decir «21 puntos por detrás de la inflación».

Por su parte, aunque aceleraron su dinámica en los últimos meses, los precios comprendidos en la categoría de Regulados (precios de bienes y servicios sujetos a regulación estatal o con un elevado componente impositivo) aún no han presionado significativamente en el nivel general de precios.

Sobre el particular, debe tenerse en cuenta que el impacto de las subas tarifarias por la supresión parcial de los subsidios aún no se reflejó en los índices de precios.

«Los precios regulados todavía corren muy por detrás de la inflación: 9 puntos abajo en el acumulado anual, 19 en los últimos 12 meses. Desde el comienzo de la gestión actual la inflación acumula un 221% (233% la núcleo). En el mismo período, los precios regulados muestran un alza del orden de 131%: 90 p.p. por detrás», subrayó.

Este desequilibrio de precios relativos, sostuvo Invecq, «es uno de los principales riesgos para la dinámica inflacionaria futura».

Pero al margen de los de precios regulados y de los fenómenos estacionales, «la inflación núcleo (que puede entenderse como la velocidad crucero de los precios de la economía) del último semestre también corre por encima de los tres dígitos anualizados, al igual que el nivel general de precios», advirtió.

«Esta persistencia inflacionaria en niveles mensuales muy elevados no asociada directamente a componentes estacionales ni regulados refuerza la noción de que la economía argentina probablemente haya ingresado en un nuevo régimen inflacionario», alertó.

 

 

Por NP