Buenos Aires, (ANP) Después de tres meses consecutivos de mejoras en el índice de condiciones financieras, el febrero perdió 6.4 puntos al pasar de -72.9 a -79.3, informó el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).

«De todas maneras, estos valores son una mejora de 67 puntos respecto del piso de octubre del año pasado cuando el ICF estaba en -146.2», señaló el IAEF.

La nota señala que «el deterioro de febrero fue made in Argentina puesto que el componente local empeoró, mientras las variables que se incluyen en el subíndice global mejoraron modestamente».

El subíndice de condiciones locales se ubicó en –100.5 puntos, una caída de más de 11 puntos respecto de los 89.3 de enero.

De todas maneras, el valor del subíndice local es mejor que el de cualquier punto del segundo semestre de 2022.

El componente local del ICF está negativo desde marzo de 2019 ininterrumpidamente y lleva 48 meses seguidos en zona de stress. siete de los diez componentes cayeron en febrero mientras que los otros tres tuvieron
mejoras marginales en la comparación intermensual.

Mejoraron confianza en los bancos, el índice Merval y la brecha cambiaria que efectivamente bajó en febrero.

La confianza en los bancos se mide a partir del promedio mensual de depósitos en dólares, algo que viene sorprendiendo al alza.

Entre los que tuvieron bajas se destacaron la depreciación esperada, medida por el mercado de NDF, la inflación núcleo que parece haberse acelerado y un aumento del riesgo de legislación.

Es decir, el mercado está dispuesto a pagar más por bonos fuera de la legislación argentina.

El subíndice de condiciones externas marcó su segundo mes consecutivo en terreno positivo, es decir situación de confort.

Pasó de 16.5 a 21.2 puntos, su mejor registro desde febrero de 2022. Siete de los diez componentes de este índice mejoraron en febrero, uno quedó igual y dos cayeron.

Los factores negativos fueron la volatilidad de las monedas emergentes  y el desempeño de las acciones financieras, cuyo rebote promedio de febrero fue inferior al del resto de las acciones americanas ante la expectativa de una suba de tasas más pronunciada.

Acciones emergentes, confianza entre bancos e inflación esperada fueron las variables que más apuntalaron el subíndice global.