BUENOS AIRES (ANP).- El expresidente ecuatoriano Jamil Mahuad se refirió a la experiencia de su país en la dolarización de la economía -un tema en boga en Argentina en medio de la crisis de divisas por la que atraviesa- y advirtió que un cambio de esta clase mal ideado puede llegar a ser peor que el problema inicial de inflación alta.

En declaraciones a CNN Radio, el exmandatario sostuvo que, en el caso de Ecuador, la instrumentalización de la dolarización «no fue parte de una campaña electoral porque el deterioro de la economía ecuatoriana se dio después».

«En el Ecuador queríamos arreglar los problemas de inflación, de déficit fiscal con incremento de tasas de interés, con tipo de control de cambio y devaluaciones y en un momento se hizo insostenible», recordó Mahuad, y explicó que en esa situación se resolvió tomar «el último camino que nos quedaba».

Sin embargo, aclaró que para que la dolarización sea efectiva y sostenible en el tiempo es necesario solvencia técnica y que la propuesta sea aceptada por la sociedad, además de estar acompañada de cambios locales y de un acuerdo político básico. «Una dolarización mal hecha y mal pensada puede ser peor que la enfermedad», advirtió.

Mahuad señaló también que, una vez instrumentada la dolarización, Ecuador logró llegar a una inflación de 1% en el lapso de cinco meses, equiparable al modelo de Perú, que llegó al mismo número en 77 meses. «Desde el lado político, un proyecto que requiere más de un período presidencial es casi imposible de realizar en América Latina porque somos mucho más impacientes y la inflación nos desespera y nos mata», reconoció.

«Hoy la inflación es del 2% y hemos tenido la inflación más baja de la región por varios años. Adicionalmente, el riesgo país de Ecuador está como el de Argentina e igualmente la gente puede tomar crédito. Nuestras exportaciones crecieron a tasas impresionantes, redujimos la pobreza y los efectos son muy buenos».

Asimismo, detalló que el PBI ecuatoriano pasó de 20.000 millones a 100.000 millones, con el doble de exportaciones: «Si no se devalúa, se pierde competitividad. Ahora los salarios son competitivos porque hay previsibilidad y la gente puede planificar».

En el caso de Argentina, el expresidente opinó que con un nivel de endeudamiento como el argentino, «el problema es que muchas veces debe endeudarse más para pagar los intereses de la deuda anterior. Entonces cuando entra en eso, como el mío, es como cuando una rata empieza a correr en una rueda. No importa qué tan rápido corra, siempre se queda adentro del círculo y la pregunta es cómo salimos de allí y como cambiamos el paradigma».

 

Por NP