BUENOS AIRES (ANP) El gobierno nacional y los provinciales tienen a mano una solución parcial a sus problemas fiscales que podrá ser aplicada en 48 horas… a costa de una nuevo incremento en el precio de las naftas y el gasoil de aproximadamente un 25%.

Se trata de la decisión o no que tendrá que tomar el Ministerio de Economía en relación con la suspensión de la prórroga en la aplicación de los aumentos acumulados por dos años al impuesto a los Combustibles, que vence a la medianoche del miércoles 31 de enero.

El impuesto consiste en una suma fija ajustada trimestralmente por la inflación, pero cuyos ajustes vienen siendo suspendidos desde mediados de 2021, con el propósito de evitar su traslado al precio que los usuarios de vehículos pagan cada vez que cargan combustible.

Al igual que los subsidios a otros servicios, la contracara de ese alivio transitorio es, precisamente, la acumulación de los aumentos no aplicados. En un contexto marcado por las dificultades fiscales y financieras de la Nación y las provincias y ante la advertencia varias veces repetidas de que el ajuste recaerá sobre estas últimas si el Congreso no aprueba la ley de Bases, la suspensión de la prórroga asoma como una opción que, por ser coparticipable, conformará a las dos partes.

Un informe que al respecto dio a conocer el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) precisó que la aplicación de todos los incrementos acumulados «para Nación podría implicar recursos extras por 0,37% del PIB y para provincias por 0,15% del PIB».

Como suele ocurrir, ese alivio en las arcas de las 25 administraciones no será gratuito para la sociedad, tanto para quienes deban carga nafta y gasoil como también para el resto, ante el inevitable traslado a los precios de la mayor parte de los bienes transportados por camiones a lo largo y a lo ancho del país.

En concreto, la entidad dirigida por Nadín Argañaraz aseguró que «si el gobierno actualiza el valor del impuesto a los combustibles, el precio de la nafta súper podría aumentar un 25%. En dólares oficiales pasaría de U$S 0,95 a U$S 1,2».

«En marzo de 2018 el valor del tributo era de $7,13 (para simplificar se suma el impuesto al combustible y el impuesto al dióxido de carbono). Ese monto a precios de enero de 2024 es de $227. Respecto al valor actual de $27,6, el valor potencial del impuesto es un 722% más alto», señaló.

IARAF agregó que «a medida que comenzó a disminuir el valor real del tributo a mediados del año 2021, la recaudación del mismo empezó un descenso de manera paulatina. El valor real del monto fijo del tributo descendió un 85% entre diciembre de 2018 y diciembre de 2023. Al comparar la recaudación mensual de diciembre 2018 con la de diciembre 2023, se obtiene un descenso real del 77%».

«Si el gobierno nacional junto a las provincias y CABA quieren aumentar la recaudación, los combustibles constituyen un hecho imponible posible, teniendo en cuenta la importante caída real que se ha dado en los últimos años».

Para eso, lo único que tiene que hacer el gobierno nacional es no publicar el decreto con una nueva prórroga en el Boletín Oficial.

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Por NP