BUENOS AIRES (ANP).- Con los datos de inflación de agosto que se van conociendo (12,2 % en Córdoba; 10,8 % en CABA) se confirma que en poco más de dos meses se estará agotando el efecto “competitividad” de la devaluación del 21% después de las PASO.
Así lo advirtió un informe del IERAL que dio que esta situación contrasta con la devaluación llevada a cabo en enero de 2014, donde esto ocurrió en 11 meses “lo que tampoco es un “modelo” a seguir”.
En los meses previos a la devaluación de enero de 2014, la emisión bruta por parte del Banco Central, antes de esterilización, mostraba un ritmo de incremento de 3,4% mensual en relación a la base monetaria de fin de noviembre de 2013. Ahora, la emisión bruta de pesos corre al 30% mensual en relación a la base monetaria de fin de junio de 2023.
La casa de estudios de la Fundación Mediterránea recordó que la inflación acumulada entre julio de 2019, previo a las PASO que le dieron el triunfo a la fórmula Alberto Fernández – Cristina Kirchner, y agosto de 2023, en la que se impuso la de Javier Milei y Victoria Villaruel, “es de poco más de 710”%.
Sin embargo, “se ha dado una notable dispersión en la evolución de los distintos ítems, lo que ha originado una marcada distorsión de precios relativos”.
En un extremo se ubican los precios de los servicios regulados: Agua, Electricidad y Gas que, según datos de CABA, han quedado rezagados entre 150 y 500 puntos porcentuales respecto al IPC.
En el otro extremo, los precios de indumentaria y automóviles se han “adelantado” al IPC entre 300 y 400 puntos porcentuales, con un precio del dólar libre que lo ha hecho en casi 800 puntos.
“La distorsión de precios relativos ocurrida en los últimos 4 años ha generado también adelanto significativo de 150 puntos porcentuales de los precios de alimentos y bebidas respecto a los salarios privados formales, mucho más en relación a informales”, apuntó el IERAL