Buenos Aires, oct 13 (ANP) .- Durante este largo fin de semana corrió fuerte el rumor en ámbitos empresariales y financieros que el próximo 17 de octubre, un día emblemático para el peronismo, se anunciarian cambios en el equipo económico.
La fuerte suba del dólar en todas sus versiones, la nueva caída de las reservas del BCRA y la huida de depósitos en dólares que se ha producido desde el 15 de septiembre luego del anuncio de dos paquetes, solo para frenar la compra del dólar ahorro, resultó una muestra de la falta de credibilidad de todo el equipo económico.
Por el momento los resultados son evidentes. El precio del dólar paralelo subió de $ 135 a $ 167. El valor del “Contado con Líqui” que se utiliza para llevarse los dólares al exterior aumentó de $ 130 a $ 165 pesos, y el Oficial pasó de $ 75 a $ 80. Lo más grave es que los depósitos del sector privado en dólares cayeron en unos 1.300 millones entre el 15 de septiembre y la actualidad.
Se tomaron medidas para frenar una corrida cambiaría y evitar una caída de las reservas internacionales del BCRA y se provocó un efecto contrario.
El BCRA se quedó prácticamente sin dólares para vender y se provocó una huida de los depósitos en dólares que el Gobierno no esperaba. Esta fuga es más preocupante que la de finales del 2001 en particular porque los argentinos tienen depositados muchos menos dólares en el sistema financiero.
En aquel entonces llegaban a unos US$ 50.000 millones mientras que hoy no superan los US$ 23.000 millones si comparamos solo los nominados en la moneda estadounidense. En tanto hay aproximadamente unos 1,8 billones depositados en pesos.
De acuerdo a la opinión de los principales empresarios, banqueros y economistas que se han reunido con las autoridades del FMI la semana pasada la situación política económica y financiera de la economía argentina ha empeorado desde que el 15 de septiembre cuando se lanzaron los primeras medidas para restringir la compra del “dólar solidario”.
Se trata de un tipo de cambio alternativo de los varios qué hay, y que para encarecerlo y que no lo compren los ahorristas, el Gobierno le puso dos impuestos uno del 30 % y otro del 35 %, algo nunca visto en el mundo prepandemia y postpandemia.
Sin embargo el problema es que los agentes económicos, en mucho menor medida, lo siguen comprando y han perdido la confianza en el Gobierno y en el peso por la exuberante emisión monetaria del BCRA en lo que va del año donde ya emitió más del doble de lo estimado en el Proyecto de Presupuesto 2021 para este año.
Podemos citar algún hecho clave para explicar la pérdida de confianza. Los anuncios del 15 de septiembre los hizo el presidente del BCRA , Miguel Pesce, porque el ministro de Economía, Martín Guzmán, no estaba de acuerdo con restringir más las compras del Dólar Solidario y los anuncios del 2 de octubre los hizo el ministro de Economía porque el presidente del BCRA quería eliminar directamente la compra de ese dólar.
Los tiempos se acortan y el Gobierno está evaluando modificaciones en el gabinete, en el equipo económico y en el BCRA. Para este último en el mercado financiero se mencionan dos nombres: Sergio Chodos, el Director del Cono Sur en el FMI y Carlos Heller Presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
Por ahora el diagnóstico más contundente es el comunicado reciente del FMI que expresa: “Argentina enfrenta dificultades económicas y sociales complejas, en el contexto de una crisis de salud sin precedentes. La profunda recesión ha provocado un aumento de los ya elevados niveles de pobreza y desempleo, cuyos efectos se ven agravados por importantes presiones en el mercado cambiario. Estos son desafíos excepcionalmente difíciles sin soluciones fáciles. Un conjunto comprensivo de políticas podría respaldar el restablecimiento de la confianza, pero deberá ser apropiadamente calibrado para fomentar la recuperación económica y asegurar la estabilidad macroeconomica”.
El gran problema es que el BCRA es está sin dólares líquidos y con un nivel ínfimo de reservas internacionales propias que no le permiten intervenir diariamente en el mercado cambiario.
El Gobierno se ha metido en un complicado proceso de medidas con el objetivo de no devaluar para no tener impacto inflacionario pleno antes de las elecciones legislativas del año próximo que por el momento no sabe cómo resolver.