BUENOS AIRES (ANP).- La confirmación de que el gobierno prepara un nuevo impuesto a la «renta inesperada» de los sectores productivos sigue generando malestar entre empresarios, economistas y referentes de la oposición, quienes criticaron la creciente voracidad fiscal del Estado.

El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, fueron los encargados de confirmar hoy los temores de los sectores productivos al anticipar que se está trabajando en un proyecto para cobrar un impuesto a las empresas que obtuvieron ganancias por más de mil millones de pesos anuales, principalmente beneficiándose por la escalada de los precios internacionales.

Uno de los primeros en comentar el anuncio fue el exministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, quien recordó que el año pasado el Estado nacional obtuvo US$ 10.000 millones en concepto de retenciones a las exportaciones, y que este año fácilmente podría alcanzar los US$ 13.000 millones.

«El Estado nacional YA se lleva US$ 3.000 millones de «renta inesperada» y sin hacer nada», sostuvo el economista en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el analista Christian Buteler señaló que la renta inesperada «es un invento», ya que se trata «simplemente de un aumento de alícuota del impuesto a las Ganancias a algunas empresas».

Asimismo, Buteler cuestionó que el gobierno adjudicara a la guerra en Ucrania la alta inflación, principal argumento para imponer un nuevo tributo. «La inflación mundial no es por la guerra, miren los datos, los precios empezaron a subir mucho antes que Rusia movilizara un solo efectivo. La inflación ES por la emisión de dinero como respuesta al confinamiento mientras caía la producción mundial», remarcó.

En el mismo sentido opinó el exministro de Economía Hernán Lacunza, quien subrayó que el impuesto a la renta inesperada ya existe, y se llama Ganancias. «En 2021, impuesto a las grandes fortunas que ya existía, se llamaba Bienes Personales. Cambiarle el nombre a los impuestos para simular que no existen», reflexionó.

En tanto, el economista y diputado Luciano Laspina llamó a bajar la carga impositiva y cambiar la estructura de impuestos, «que es anti empleo y anti exportación. Al gobierno no se le cae una idea que no sea crear más y pésimos impuestos. NO PASARÁN», advirtió.

A su vez, el analista y consultor Manuel Adorni consideró que si este proyecto prospera, las empresas que lograron las mayores ganancias serán «las elegidas para ser devoradas por el Estado. El pobrismo es total».

La confirmación del proyecto a la renta inesperada llegó durante el anuncio en Casa Rosada de un bono de $ 18.000 por única vez para jubilados de ingresos más bajos, aportantes al monotributo social, trabajadores informales y empleadas de casas particulares. El bono se pagará en dos cuotas.

Guzmán, que esta noche partirá a Washington para participar esta semana de la asamblea del FMI y Banco Mundial, dijo que las medidas apuntan a proteger y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores, en respuesta al fuerte aumento de la inflación «que afecta al mundo en general, y a la Argentina en particular».

 

Por NP