La Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados retomó luego de siete meses la discusión sobre la posibilidad de reducir la jornada laboral en Argentina, que actualmente es de 8 horas. 

El debate sigue la tendencia a la reducción del tiempo de las personas en sus empleos que hay en países desarrollados, con la idea de lograr, supuestamente, una mayor productividad de la mano de obra.

También detrás de ello, se puede advertir que hay un objetivo de los sindicatos a nivel mundial de lograr una mayor apropiación de la renta, en un capitalismo moderno donde la tecnología suele resultar más importante que las personas para lograr estándares de producción mas elevados.

El presidente de la Comisión, el diputado Martín Tetaz (UCR) retomó el tratamiento sobre la reducción de la jornada laboral, que comenzó en el año 2023, cuando se realizaron dos reuniones para abordar el tema con expositores del mundo laboral y empresario del país.

Tetaz fue el encargado de cerrar la reunión y resaltó que “hay muchísimos experimentos en el mundo sobre reducción de la jornada laboral” que ayudarán a la Comisión a “acercar posiciones” en cuanto al dictamen final del proyecto.

El diputado de la UCR destacó que la reducción de la jornada laboral trae consigo resultados “muy buenos” en materia de salud mental, así como en el impacto ambiental que se da como consecuencia de reducir la semana laboral.

A su vez, resaltó que “hay mucho miedo de algunos sectores empresarios, otros no” y ponderó que su propuesta tiene como ventaja, “el período de exploración, que no genera ningún derecho, si las dos partes no están de acuerdo”, subrayó.

En ese sentido enfatizó que para sostener el salario hay que probar que también se sostiene la productividad. “Nuestro proyecto abre la posibilidad de explorar para aquellos convenios donde una de las dos partes tiene miedo y que la duración del período de exploración es de 3 a 6 meses”, explicó.

Por su lado, el diputado de Unión por la Patria, Eduardo Valdés, explicó que la jornada laboral está siendo analizada en distintos países y que algunos de estos ya avanzaron en su reducción.

“La reducción de la jornada laboral a 8 horas llevó luchas intensas, y me alegraría que en este país donde el derecho laboral y de protección del trabajo ha sido un valor agregado, podamos implementarlo en estos tiempos”, sintetizó.

Luego el diputado del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Nicolás del Caño, recordó el tratamiento durante el 2023 del debate y remarcó que “muchos sectores plantean la reducción de la jornada de trabajo como una manera de hacer más eficiente la producción capitalista mientras que la izquierda plantea aliviar la carga laboral de los trabajadores”.

La opinión de los empleadores

Un estudio elaborado por la consultora reclutamiento de trabajadores, MichaelPage, advierte que “el 57% de las empresas no considera implementar una semana laboral más corta”. 

Solo un 19% considera posible adoptarla y dentro de este grupo, el 39% buscaría lograr un mayor equilibrio entre la vida y el trabajo, el 33% aspiraría a mejorar la atracción y retención de talento y el 19% perseguiría un aumento en la productividad. El 24% de las empresas está indecisa.

Qué pasaría si prosperan la jornada reducidas

Si se llegara a implementar modalidades de jornadas de trabajo menores a las 8 horas, el 36% de las empresas cree que tendrá dificultades en la gestión del tiempo y el mantenimiento de la productividad.

Un 25% de los empleadores opinó que tendrá “un impacto en la cultura organizacional”, el 18% considera que “tendrán que reorganizar la carga de trabajo” y el 18% cree que “requerirá de una adaptación de clientes y proveedores”.

Por NP