Buenos Aires – (ANP) – Los bancos privados locales salieron en rescate del Tesoro. Dieron por aprobado el nuevo bono en pesos que ofreció el Ministerio de Economía, ajustable por la tasa Badlar (promedio del rendimiento que pagan los plazo fijo) y con ello permitieron al gobierno refinanciar vencimientos.
En la segunda licitación de letras del mes, el Tesoro Nacional logró captar un financiamiento neto positivo de casi $33.500 millones en noviembre, y sumar en el mes un financiamiento neto positivo del 117%, una cifra que logra revertir números débiles de operaciones anteriores.
No se trata de que el mercado argentino se haya dado vuelta y que ahora confía en los números que ofrece el tandem Sergio Massa-Gabriel Rubinstein. La desconfianza en el mercado de pesos sigue. Es que el nuevo Bonte 2027 que los bancos pueden usar para integrar encajes, paga una tasa nominal del 48%, por encima 43% que pagan los Bontes que actualmente tienen en cartera que son a tasa fija. En vez de tener pesos inmovilizados por normas de regulación financiera que no pagan nada, los Bonos del Tesoro les sirven aunque no puedan integrar más del 5% de los encajes.
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En la segunda licitación de noviembre, el menú de instrumentos ofrecidos estuvo conformado una LEDE con vencimiento 31 de marzo de 2023, el BONTE con vencimiento 23 de noviembre de 2027 y una LELITE con vencimiento el 16 de diciembre de 2022 destinada exclusivamente para Fondos Comunes de Inversión.
Se recibieron 620 ofertas por $ 175.941 millones, adjudicándose $172.206 millones, que representan un valor efectivo de $ 165.866 millones.
Del total de financiamiento obtenido, el 26% estuvo representado por instrumentos nominales a tasa fija con vencimiento en 2022 y 2023, mientras que el 74% restante estuvo representado por el instrumento a tasa variable cuyo vencimiento es en 2027.
Además, Economía destacó la «elevada participación del sector privado en relación al público, explicado este último por la participación en la operación de conversión realizada el pasado 10 de noviembre».
En esta licitación, el Tesoro afrontaba vencimientos por $162.091 millones, obteniéndose, por lo tanto, en el mes un financiamiento neto cercano a los $33.500 millones.
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En el marco del Programa de Creadores de Mercado, el martes se efectuará la Segunda Vuelta en donde se podrán recibir y adjudicar ofertas por hasta un 20% del total del valor nominal adjudicado en la licitación del día de hoy.
La semana pasada habían quedado dudas tras el canje de deuda que lanzó el gobierno que logró solo un 61% de aprobación de parte del mercado. Como la mayoría de los títulos ofrecidos en ese momento estaban en manos del propio estado (un 40%) se estima que el nivel de adhesión del sector privado fue de apenas el 20%.
Con esta licitación de bonos la situación era al revés, ya que se estima que solo el 10% era puramente estatal. De ahí que se trate de una operación en la que hubo mayormente privados. Y para ello, la Secretaría de Finanzas fue creativa. Prefirió no seguir emitiendo deuda indexada por dólar o por inflación (porque en 2023 va a haber que devaluar y en ese caso, se van a estar pegando un tiro en el pie), y salió a proponer una tasa de plazo fijo mejorada por un factor de 0,7, tal cual lo marcaba el prospecto del bono “Badlar”.
La semana que viene, el 28 de noviembre queda una última operación para este mes y ya se perfilará el final del año.