BUENOS AIRES (ANP) En un país caracterizado por el incremento de la carga tributaria con el transcurso del tiempo y los gobiernos, los combustibles parecen ir en la dirección opuesta, a raíz de la decisión del gobierno nacional de postergar los ajustes correspondientes de los impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC) para evitar una inflación aún mayor a la existente por la incidencia que las naftas y el gasoil tienen sobre toda la economía.
Un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) comprobó no solo que «la carga tributaria que recae sobre el precio neto de la nafta común pasó de un 74% en 2018 al 41% en la actualidad», sino que, además, «seguirá
bajando en los próximos meses», en tanto siga postergándose la actualización de esos dos gravámenes.
Sobre los combustibles se aplican seis tributos indirectos: cuatro nacionales (los dos mencionados, IVA y Débitos y créditos bancarios), uno provincial (Ingresos Brutos) y la Tasa de Inspección, Seguridad e Higiene a nivel municipal.
«Si bien los combustibles líquidos son un producto homogéneo en todas las regiones del país, sus
precios varían», por las diferentes cargas tributarias provinciales y municipales, señaló la entidad dirigida por Nadín Argañaraz, que analizó, por tal razón la situación en la Ciudad de Buenos Aires (único distrito que tributa a dos niveles) y Córdoba, que tributa a tres como el resto del país.
La carga tributaria en CABA era del 78% en marzo de 2018 y en agosto de este año bajó al 42%, lo que implica una caída del 46%; mientras que en Córdoba se pasó en el mismo lapso del 69% al 40%, con un descenso del 42%. En ambos casos, la baja se explica completamente por la carga tributaria ejercida por la Nación, ya que, solo los dos impuestos fijos (ICL e IDC) presentaron variaciones de su carga tributaria en el periodo.
«Lógicamente, cambios en la carga tributaria dieron lugar a cambios en la estructura tributaria indirecta del combustible», indicó IARAF, en referencia a que en CABA «en el 2018 el tributo con mayor participación era el ICL con 63%, en la actualidad es de solo 36,3%» y pasó de ser el primer tributo al segundo por su participación.
Analizando el peso de cada tributo sobre el valor final de la nafta común, se observa que, para el caso de la Ciudad de Buenos Aires, la carga tributaria era del 44% en marzo de 2018 y del 29,4% en agosto de 2023, mientras que en la ciudad de Córdoba pasó en igual período del 41% al 28,7%.