Buenos Aires, (ANP) – No es para nada sencilla la situación de la Argentina ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) como tampoco le resulta indiferente al organismo el acuerdo con el país sudamericano. Este viernes comienzan en Washington un trascendental encuentro en el que se van a empezar a definir las metas de acumulación de dólares del 2023. A esta altura del partido, ya se da por entendido que Buenos Aires no va a poder cumplir con lo pactado hace un año por Martín Guzmán.

Argentina tiene que mostrarle al FMI este 31 de marzo que cuenta con reservas netas por unos u$s7.700 millones. Actualmente está a una distancia de u$s4.500 millones de ese objetivo, y encima en enero los datos oficiales muestran que se volvió a los «déficit gemelos», es decir, un rojo de balanza de comercio de u$s500 millones y otro fiscal por $204.000 millones en el primer mes del año.

Mientras el titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, está en la India participando de una reunión del Grupo de los 20, el viceministro Gabriel Rubinstein, acompañado del secretario de Hacienda, Raúl Rigo, y el jefe de asesores, Leonardo Madcur, comenzarán a trabajar con los técnicos del FMI en los números finales del 2022. Tanto la meta de acumulación de dólares, como los de asistencia monetaria, como los de déficit fiscal, se cumplieron.

Resta ahora que el staff redacte el informe final y lo eleve al board del organismo, para que este lo apruebe y habilite un desembolso de u$s5.400 millones.

Es altamente probable que ese dinero no llegue para antes de 31 de marzo, y aún en el caso de que llegue, le resultará muy difícil al gobierno presentar en orden la meta del primer trimestre de reservas.

Por ello, en el mercado ya se descuenta que el gobierno y el FMI buscarán salvar el acuerdo, el cual a un año de se puesta en marcha ya muestra signos de agotamiento.

El Palacio de Hacienda aspira a no estar obligado a justar dólares en 2023. Pretende que el FMI considere que parte de los problemas de Argentina son la sequía y la guerra en Ucrania. Serían las razones por las cuales no puede sumar dólares.

Por el lado del FMI, la situación también es complicada. Argentina tiene el programa de asistencia mas importante, otorgado por condicionamientos políticos, y la idea es que ese programa no fracase. «Esta bien que se pueda pedir un waiver, lo que pasa es que es muy temprano», señaló un analista financiero a Nuevas Palabras.

Es decir, a un año de la puesta en marcha del programa, el país beneficiario ya no puede cumplir, más allá de las condiciones externas, aunque también en ello hay serios errores de conducción económica del gobierno que llevaron a tal situación.

Los dos pasos a seguir son: el waiver o volver a plantear las metas del acuerdo. El año pasado se pudo reducir en unos u$s800 millones la meta porque hubo menos aportes de organismos multilaterales. Por ello, no es de descartar que el equipo económico trate de ver un replanteo de la acumulación de reservas.