Buenos Aires, dic 8 (ANP).- La inflación de noviembre fue del 3,2%, con lo que el acumulado en lo que va de 2021 llega al 46,3% y en los últimos doce meses alcanza al 52,2%, a pesar del congelamiento de las tarifas de servicios públicos y algunos precios sujetos a acuerdos de la Secretaría de Comercio Interior.

La estimación fue dada a conocer por la Fundación Libertad y Progreso, en un informe que si bien destaca que el índice es inferior al 3,5% de septiembre y octubre, también deja en evidencia que “la inflación acumulada en los 11 meses del 2021 es la segunda más grande de los últimos 5 años, solamente superada por la del 2019”, que para el mismo período se había ubicado en el 48,2%.

No obstante, LyP recordó que en agosto de ese año “fueron las PASO presidenciales que generaron una devaluación del tipo de cambio, lo que repercutió en la inflación de septiembre del 2019”.

En tercer lugar se encuentra el 2018, con una inflación acumulada del 43,9% a noviembre, seguido por el 2020 (30,9%) y, en último lugar, el 2017 (21%).

“Argentina cerrará el año con una inflación en torno al 50%. Un número que preocupa no solamente por lo alto del número, sino también por el hecho de que en el 2021 la mayoría de los precios regulados estuvieron congelados: Naftas, tarifas de los servicios públicos, múltiples programas de congelamientos de precios (potenciados con la llegada de Feletti) y el tipo de cambio”, sostuvo la entidad, que advirtió sobre las dificultades para contener la inflación en el 2022 si se tiene en cuenta que “ahora llega la etapa de corregir los precios relativos”.

En ese sentido, precisó que la depreciación cambiaria “venía muy por debajo de la inflación”, al punto que en noviembre “el tipo de cambio promedio mayorista mensual creció apenas un 1,1% mientras que la inflación fue del 3,2%”.

“Por otro lado, los subsidios a las tarifas de los servicios públicos tendrán que reducirse. En el acumulado hasta octubre, los subsidios económicos representaron 2,4% del PBI, valores similares a 2016, mientras que en el 2019 este rubro representaba 1,2% del PBI hasta octubre”, añadió.

Para LyP la aceleración del ritmo de devaluación y el recorte de los subsidios “inevitablemente impactarán en el bolsillo de los argentinos, empobreciéndonos aún más”.

“Si bien estos ajustes siempre son costosos, hubiesen sido menos costosos si el gobierno no hubiese distorsionado aún más los precios por motivos electorales”, señaló, al tiempo que pronosticó que “el primer semestre del 2022 concentrará la mayor cantidad de ajustes de precios relativos que llevará a una inflación mucho mayor de la que venimos experimentando en estos meses”.

LyP finalizó su análisis asegurando que “el hecho de que el gobierno trate de enfrentar los problemas económicos de nuestro país con parches, evitando realizar reformas estructurales, lleva al estancamiento económico que vivimos desde hace 11 años y cada vez con una inflación mayor”.

Por NP