Buenos Aires, jul 27 (ANP)- A partir de hoy los contadores de la Ciudad de Buenos Aires van a poder volver por lo menos un día a la semana a sus estudios para desarrollar sus actividades, de acuerdo con las normas de flexibilización de la cuarentena contra el coronavirus.
Para los profesionales resulta un alivio en el contexto de aislamiento que soportan desde el 20 de marzo, ya que si bien no fueron declarados como actividad esencial, la mayor parte de las tareas vinculadas con el pago de impuestos, presentación de declaraciones juradas y trámites como el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) siguieron durante el período.
Por caso, la postergación de los plazos para la presentación de declaraciones juradas y pago del Impuesto a las Ganancias y los Bienes Personales de autónomos que la AFIP anunció el viernes pasado, les vino perfecto, a pesar de que siguen pidiendo que ambos impuestos tengan más plazo para pagar. Eso se debe a que en el caso del Impuesto a los Bienes Personales las cifras que tienen que pagar los contribuyentes son realmente muy altas, y en esos casos, los clientes piden reuniones presenciales para darles el aprobado final.
Sostienen que son sumas muy importantes que no se pueden arreglar vía email o zoom. Los profesionales van a poder ir una vez a la semana a sus estudios, todo el tiempo que lo requiera, de acuerdo con el último número del DNI. Los terminados en 0 y 1, los lunes; 2 y 3, martes, 4 y 5 miércoles, 6 y 7 jueves, y 8 y 9 los viernes. De acuerdo con el protocolo del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires, la cantidad de personas que concurran a una reunión con el profesional debe ser la mínima indispensable y siempre con turno previo. Los asistentes deben guardar una distancia mínima de 1.5 metros y se deberá tender a establecer un tiempo máximo de interacción por lo que se determina que todo lo que puede resolver de manera remota con anterioridad, se haga de ese modo.
El asesor tributario, Miguel La Vista, socio del estudio La Vista Casal, señaló a Nuevas Palabras, que si bien muchas cuestiones sobre Bienes Personales ya se resolvieron a la distancia “en algunos casos los clientes requieren reuniones presenciales”.
“Para los que tienen bienes en el exterior el impuesto se multiplicó por 15 (2,25%). Ese tributo no pega tanto por el incremento de la tasa sino por la valuación”, explicó el asesor tributario. La Vista plantea que tanto en ese caso como en el Impuesto a las Ganancias, que tienen un tratamiento administrativo paralelo, la postergación del vencimiento para agosto genera un nuevo problema técnico. Sucede que el nuevo vencimiento se junta con los primeros anticipos de ambos tributos del siguiente período fiscal. “Técnicamente es casi imposible. Esa semana vence el primer anticipo del 2020 y para poder hacerlo primero hay que determinar el impuesto del 2019”, señaló el tributarista. Según el cronograma oficial, los anticipos del período fiscal vigente de Bienes Personales y Ganancias de las personas comienzan a pagarse el 13, 14 y 18 de agosto. La Vista considera que la AFIP va a tener que reducir de los habituales cinco a solo cuatro, a partir de octubre. “Si esto se posterga todo en bloque se va a estar superponiendo ya con el vencimiento del año próximo”, explicó.