BUENOS AIRES (ANP).- La impactante suba de 7,7% que arrojó la medición del IPC de marzo sigue generando fuertes críticas de opositores y economistas, y obligó al Gobierno a dar una explicación sobre el desalentador número.

Al respecto, la vocera de Presidencia, Gabriela Cerruti, salió a explicar la situación en Twitter y sostuvo que el número conocido esta tarde «representa el peor momento del impacto de la guerra en los precios internacionales y la peor sequía de la historia en el país».

«Sabemos, nos duele, nos ocupa, cómo afecta la vida cotidiana y a cada familia», reconoció, a la vez que insistió en que desde el Gobierno se están «redoblando esfuerzos, convencidos de que el camino es sostener el crecimiento y el orden que estamos logrando».

Sin embargo, el punto más polémico de su argumentación fue su afirmación de que la inflación ya muestra signos de desacelerearse. Pese a que los precios siguen escalando y no dan signos de comenzar a retroceder, la portavoz dijo que la mayoría de los análisis «nos muestran que este fue el peor momento y que comenzó una tendencia a la baja que esperamos ver reflejada próximamente».

La fe del oficialismo en que el indicador estaría a punto de claudicar despertó las burlas de varios analistas y la indignación de los usuarios de Twitter.

En tanto, desde la Secretaría de Política Económica apuntaron -al igual que lo hizo Cerruti- al impacto de la sequía y de la gripe aviar como causas del recrudecimiento inflacionario. También señalaron que si se considera la inflación núcleo y se le resta el alza de la carne, la suba habría sido de 6,5%, si bien la cartera admitió que ese número es igualmente «un registro muy alto».

En el tuit publicado por la Secretaría que conduce Gabriel Rubinstein, la cartera se comprometió a continuar combinando políticas monetarias y fiscales para lograr que la inflación se desacelere, un objetivo que varios analistas están viendo cada vez más lejano a las posibilidades del Gobierno.

 

Por NP