Buenos Aires, Dic 24 (ANP) .- La intempestiva salida del economista Roberto Cachanosky del programa de Luis Majul en LN+ reflejó, una vez más, una práctica deplorable y extendida en la televisión, que consiste en tener la mayor cantidad de invitados posibles, por si alguno “sea cae” o por si no mide bien, y poder echar mano a otro.

Para el que no vio el papelón del jueves a la noche, -tuve la suerte de verlo en vivo y en directo –Majul, junto a Silvina Martínez y Fernando Carnota, entrevistaban a Leonardo Fariña sobre el entramado de la “Ruta del dinero K”, Lázaro Báez, y Daniel Muñoz, mientras que, en la misma mesa, en un costado, Cachanosky, escuchaba con respecto el reportaje.

Lo cierto es que Fariña sabe, y mucho, no solo del “quién es quién” del entramado del lavado de dinero, sino también aspectos técnicos de cómo se realiza, por lo cual, la nota, por si sola, cobraba mucho interés y se extendía en el tiempo.

  Luego de 40 minutos, Cahanosky le preguntó a Majul si lo iba a entrevistar porque se tenía que ir. El hiperquinético periodista, le dijo que ya iba con él, pero que tenía que esperar. Lo demás, está en el video, Cachanosky, con respeto, dejó el programa, y Majul le pasó la boleta de que al economista siempre lo pueden ver en LN+.

Un antecedente similar ocurrió con Germán Paoloski quien tuvo durante 14 minutos esperando a Christian Martin para hacer una salida de un móvil.

No es nuevo este tipo de bochorno, sino que es una práctica, por desgracia, bastante extendida en la televisión. El productor llama a cinco invitados, por si se les caen dos, tener tres seguros para hacer un programa.

Y si uno “mide más”, se lo extiende todo el tiempo posible, en detrimento de los otros, que se transforman en mero espectadores, a la espera que le den “los cinco minutos de gloria”

Un caso “parecido”, aunque no igual, fue el del humorista Ezequiel Campa, quien estuvo de “panelista” en el programa de Karina Mazzoco en el programa “A la tarde”. Trabajo un mes pero, no se puede hacer “humor de todo” lo que pasa en la realidad. No todo es para reírse, y Campa, decidió dejar su participación para otro momento.

Tal vez este nuevo bochorno ayude a que los productores respeten a los invitados y que, como Cachanosky, los invitados se hagan respetar.

Por NP