BUENOS AIRES (ANP).- La represalia lanzada el viernes por Israel contra Irán refleja la estrategia moderada del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, pese al peligro de arrastrar a una guerra a otros países de Medio Oriente.
Cuestionado por una gran mayoría de israelíes, a raíz del ataque de Hamas del pasado 7 de octubre, Netanyahu sabe –al igual que lo supieron en su momento otros líderes como Isaac Rabin o Ariel Sharon- que está jugando su destino político en la guerra de Gaza.
Aunque su visión sobre la contienda bélica no es compartida en su totalidad por Estados Unidos, sobre todo por el costo humanitario, Washington vetó el 18 de abril en el Consejo de Seguridad de la ONU una solicitud del gobierno palestino para ser miembro pleno de Naciones Unidas.
Anteriormente, la Casa Blanca había vetado tres resoluciones que pedían un alto el fuego inmediato en Gaza.
En medio de este panorama, los temores de una guerra regional persisten luego de que el 12 de abril Irán atacará por primera vez a Israel, lanzando decenas de misiles y drones contra territorio israelí, sin oír los pedidos disuasorios de Washington.
Sin embargo, el viernes, Israel bombardeó un complejo en Isfahán, la provincia iraní que alberga tres reactores nucleares, según informes estadounidenses, pero el hecho no fue reconocido oficialmente por el gobierno de Netanyahu.
Para el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, las armas usadas por Israel contra Teherán “son juguetes con los que juegan nuestros hijos”.
En este contexto, la respuesta de los estados del Golfo Pérsico podrían decidir los resultados de la crisis entre Israel e Irán, aseguró Hugh Lovatt, miembro del Programa de Medio Oriente y Norte de África del Consejo Europeo para las Relaciones Internacionales.
El dilema es si las monarquías sunnitas lideradas por Arabia Saudita temen a Irán y a sus “proxies” (representantes o satélites como Hezbollah en el Líbano), más de lo que ellos detestan a Israel y el daño que está infligiendo a los palestinos en la estabilidad regional, informó el diario británico The Guardian.
¿Es Netanyahu el principal escollo para alcanzar la paz con Hamas, responsable de matanza de 1.200 israelíes y el secuestro de unas 250, el pasado 7 de octubre, después de más de seis meses de guerra en el enclave palestino, donde han muerto alrededor de 33.000 palestinos, según la agrupación islámica?
El grupo de los Siete (G7), formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón, Italia y el Reino Unido, expresó su oposición a que Israel lleve a cabo la anunciada ofensiva en Rafah, al sur de Gaza, cerca de la frontera con Egipto, donde se refugia más de la mitad de la población palestina de 2.3 millones de habitantes.
“No hay victoria sin ir a Rafah”, dijo recientemente Netanyahu, de 74 años, en un alarde de entusiasmo, advirtiendo que las presiones de Estados Unidos para que no tome dicha iniciativa, no detendrán al primer ministro israelí.
El analista neerlandés-palestino Moun Rabbani, citado por la cadena qatari Al Jazeera, opinó esta semana que “Israel parece decidido a arrastrar a la región a una guerra”.
El experto recordó que Washington no condenó el ataque israelí contra el consulado iraní en Damasco, en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria, entre ellos el general de brigada Mohamed Reza Zahedi, uno de los comandantes de más alto rango, el primero de abril. La Casa Blanca “solo se mostró indignada”, dijo Rabbani.
“Nosotros estamos en el precipicio, y yo pienso que hay buenas razones para creer que el Estado israelí ha perdido el sentido común”, advirtió.
En medio de las presiones que sufre Netanyahu de Estados Unidos y la Unión Europea, para que declare el cese al fuego en Gaza, el miembro del gabinete de guerra israelí, el exgeneral del ejército Benny Gantz, pidió que se realicen elecciones en septiembre.
Sin embargo, en varias ocasiones, Netanyahu rechazó la posibilidad de convocar a comicios anticipados, tras señalar que no es conveniente hacerlo en medio de una guerra, ya que solo beneficiaría al grupo Hamas.
Los próximos comicios parlamentarias de Israel fueron convocadas por el Comité Central de elecciones para el 27 de octubre de 2026.
Muchos israelíes responsabilizan a Netanyahu por unos 130 israelíes que permanecen secuestrados en poder de Hamas tras seis meses de guerra. Pero el grupo islámico palestino dijo a principios de marzo que no sabe cuántos de los rehenes continúan vivos en la Franja de Gaza.
Algunas encuestas sugieren que Gantz ganaría las elecciones si se realizaran hoy en Israel, a pesar de que Netanyahu prometió traer a los rehenes de regreso a casa y “aniquilar” a Hamas, lo cual resultaría imposible, según la opinión de algunos analistas.