BUENOS AIRES (ANP) Los precios de los agroalimentos tuvieron en abril una brecha desde la salida del campo hasta su venta en los centros de consumo de 3,5 veces, levemente superior a las 3,4 veces del mes pasado, según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

«El productor primario no es formador de precios», sostuvo la entidad en su informe mensual, en el que explicó que «si bien algunos productos con alta incidencia en la canasta (como, por ejemplo, la cebolla y el tomate) presentaron un reacomodamiento en los precios al productor, estos valores no llegaron a compensar la inflación acumulada, por lo que el primer eslabón (origen-productor) sigue resignando rentabilidad frente al resto de los actores de la cadena de valor».

Al respecto, CAME  subrayó que «la estructura de formación de precios en Argentina nace en la góndola y se va disgregando hacia atrás, hasta llegar al productor, cuando debería ser al revés».

En promedio, la participación del productor explicó el 31,4% de los precios de venta final. La mayor participación la tuvieron los productores de frutilla (81%), mientras que la menor fue para los de limón (8,1%).

Los  precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por  4,3 veces, lo que representa una disminución del 6,5% con respecto a marzo, mientras que por los 5 productos y subproductos ganaderos que componen la canasta IPOD, el consumidor abonó 3,2 más de lo que recibió el productor, un 3,3% más que el mes pasado.

«Las ventas del rubro alimentos y bebidas acumulan una caída del 23,8% en los primeros cuatro meses del año frente al mismo período de 2023, reflejo de la disminución del poder adquisitivo y la falta de convalidación de precios por parte del consumidor. Es decir, la baja se explica por una detracción de la demanda», aclaró la entidad presidida por Alfredo González, que añadió que en el mismo período «todos los eslabones de las distintas cadenas de valor han visto afectada su rentabilidad por los fuertes incrementos de costos, no sólo debido a la devaluación, sino también al aumento del transporte y la logística, luz, gas, patentes e impuesto inmobiliario, arrendamientos, combustibles, fertilizantes y repuestos de maquinarias, por citar algunos».

El limón (12,3 veces), la mandarina (6,9), la naranja (6,3), la pera (5,9) y la carne de cerdo (5,6) fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.

En sentido inverso, la frutilla (1,2 vez) fue el producto que presentó menor brecha campo-góndola del mes, aumentando sus precios en ambos extremos de la cadena: 48% en origen y 13,2% en destino.

La calabaza y la cebolla presentaron la misma diferencia de precios (1,9), en tanto el tomate redondo y el pimiento tuvieron una brecha de 2,1 veces.

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Por NP