BUENOS AIRES (ANP).- Golpeado por una de las peores matanzas en la historia de Rusia, el presidente Vladimir Putin inició su quinta presidencia con más pena que gloria, sin oír las advertencias de Occidente sobre un posible atentado contra la capital rusa.

La supuesta seguridad de los rusos, sostenida por Putin, quedó destruida el viernes por la noche cuando un grupo de hombres atacó a los espectadores que asistían a un concierto del grupo Picnic, en las afueras de Moscú, matando a por lo menos 115 personas y dejando más de un centenar de heridos.

El ataque fue reivindicado por Estado Islámico-k (EI-k), una cédula de la provincia de Khorasán, creada por el fallecido líder Abu Bakr al-Baghdadi en una región de Afganistán, que incluye partes de Irán, Turkmenistán y Asia Central. Sin embargo, Putin vinculó el atentado con Ucrania.

Según el experto Michael Kugelman, del Wilson Center, con sede en Washington, el grupo fundamentalista «ve a Rusia como cómplice de actividades que regularmente oprimen a los musulmanes», informó el canal de televisión France24.

El hecho ocurrió en momentos en que el Kremlin reconoce que lo que antes llamaba una operación militar en Ucrania, tras la invasión de esa ex-república soviética el 22 de febrero de 2022, es en realidad “una guerra de facto”.

“Gracias a Occidente, Ucrania se ha convertido desde hace 10 años en un centro de propagación del terrorismo; los terroristas intentaron huir ahí después del ataque” en Moscú, señaló la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajarova.

Pero Kiev rechazó terminantemente cualquier tipo de vinculación con el atentado. Por otra parte, una funcionario estadounidense, hablando a condición de anonimato, dijo al diario The Washington Post que el gobierno del presidente Joe Biden “no tiene razón para dudar” de la declaración del EI-k.

La matanza del salón de conciertos Crocus City Home constituye un desafío para el gobierno de Putin, cinco días después de que el mandatario ganara las elecciones con el 87,5 % de los votos. Sin embargo, los comicios fueron considerados una “farsa” para Occidente, ya que no participaron opositores reales al presidente ruso.

Pese a las advertencias del Reino Unido y de Estados Unidos, Putin no tuvo en cuenta la posibilidad de que ocurriera el peor ataque contra la capital rusa de las dos últimas décadas, donde se registraron varios atentados relacionados con el separatismo checheno.

Luego de una matanza ocurrida en una escuela de Beslán, Osetia del Norte, el primero de septiembre de 2004, que causó la muerte de al menos 334 personas,186 de ellas niños, Putin prometió dar seguridad a todos los ciudadanos rusos.

El ingreso de Suecia a la Organización del Atlántico Norte (OTAN), oficializado el 7 de marzo, por lo que se convirtió en el trigésimo segundo país de la Alianza Atlántica, sumó hace unos días una nueva preocupación para el líder ruso, ya que Estocolmo siempre se había mantenido neutral.

El gobierno del primer ministro sueco, Ulf Kristersson, tomó la decisión de unirse a la OTAN luego de que Rusia invadiera Ucrania, el 24 de febrero de 2022. También Finlandia se ha sumado a la Alianza Atlántica.

Francia, considerada la cuarta potencia nuclear, detrás de Rusia, China y EEUU, sigue atentamente los pasos del Kremlin, que ha potenciado sus alianzas con China, sobre todo para eludir el boqueo financiero de Occidente, y con Corea del Norte, Bielorrusia e Irán.
“La convicción compartida con nuestros socios es que Rusia no puede ni debe ganar en Ucrania”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, luego de reunirse el pasado 27 de febrero con líderes de la Unión Europea y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El líder francés, de 46 años, afirmó el 14 de marzo que “hoy no hay consenso para enviar de manera oficial tropas sobre el terreno. Pero en términos de dinámica, no se puede descartar nada”.

Mientras la guerra de Ucrania ingresó en su tercer año consecutivo, el líder ruso no se amedrentó por las declaraciones de su colega francés, y dijo que “si la OTAN manda tropas comenzaría la Tercera Guerra Mundial, y nadie quiere eso”.

La declaración de Macron convirtió a Francia en uno de los peores adversarios de Moscú, debido a que con el actual presidente estadounidense, Joe Biden, Putin mantiene una relación distante, pero nunca el mandatario demócrata habló de la posibilidad de enviar tropas a Ucrania.

Biden, por otra parte, calificó a Putin como un “loco Hjp”, al cumplirse dos años de la invasión de Ucrania, y lo responsabilizó por el asesinato del principal líder opositor ruso, Alexei Navalny, ocurrido el pasado 16 de febrero en una cárcel del Ártico.

Por otro lado, Putin mantiene una cordial relación con Donald Trump, el expresidente republicano que hoy es considerado el favorito para ganar las elecciones del 5 de noviembre. En mayo de 2023, Trump dijo que si es elegido de nuevo presidente acabaría con la guerra de Ucrania “en 24 horas”.

Por NP