BUENOS AIRES (ANP) La brecha existente entre precios y tarifas de toda la economía que se fue generando en varios años de congelamientos aún está lejos de ser corregida, a pesar de los importantes aumentos en los valores de los servicios públicos de energía eléctrica y gas que, paradójicamente, convenció al gobierno de suspender la serie de incrementos, lo que llevará inevitablemente a ampliar esa diferencia.
La situación fue planteada por la consultora Quantum Finanzas, tomando como punto de partida los precios de abril de 2019, un «momento del pasado relativamente reciente» en el que «la economía funcionaba sin restricciones ni mayores controles y las tarifas habían quedado prácticamente corregidas tras el congelamiento de 2003-2015».
Para volver al equilibrio de precios de entonces, habría que disponer de aumentos adicionales en la tarifa de electricidad del 81%, de gas
de 42% y los salarios un 29%, según las estimaciones de la entidad dirigida por el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, que por otro lado advirtió que varios rubros estarían sujetos a correcciones «hacia abajo», como la leche, los medicamentos, la carne y la medicina prepaga.
Ese análisis de largo plazo permite contar con una visión más amplia que la de los sucesos ocurridos en los cinco primeros meses de la Presidencia de Javier Milei, en los que la inflación general fue del 107%, pero hubo alzas superiores lideradas por el 397% en la tarifa del gas, 197% en los servicios de medicina prepaga y 174% en los de electricidad, en los tres casos circunscriptos a la Ciudad de Buenos Aires.
En el otro extremo, por ejemplo, las prendas de vestir lo hicieron en 65%, mientras el tipo de cambio oficial subía 143% y el libre 24%. Por su parte, el salario privado formal aumentó 74% (es decir, una caída en términos reales del 16%).
Quantum reconoció que «es difícil considerar un set de precios relativos razonablemente estables en una economía ‘normalizada'», pero para analizar los cambios en los precios relativos, se tomó como base a los precios de abril de 2019, advirtiendo que no se toman en consideración «alteraciones importantes de contexto que naturalmente ocurren a lo largo del tiempo y que influyen en los precios de productos y servicios; por ejemplo, precios internacionales de materias primas, impuestos, productividad, reintegros, entre otros».
Con esas salvedades, en función de la evolución de los precios en los cinco años transcurridos se puede llegar a una aproximación de los ajustes esperados.
«La inflación acumulada entre abril de 2019 y abril de 2024 fue 2629%», indicó la consultora, que acotó que «a pesar del aumento reciente de las tarifas de gas y electricidad, el incremento acumulado de 1819% y 1407%, respectivamente, es muy inferior al de la inflación general y
núcleo que fue 2768%».
Por último, Quantum remarcó que «el proceso de ajuste en precios relativos no es sencillo ni inocuo, en particular en momentos en que cae el nivel de actividad y los ingresos reales».