BUENOS AIRES (ANP) La preocupación sobre el peso de los subsidios al sector energético suele dejar en un segundo plano a los destinados al transporte público, que en los últimos meses ganaron terreno ante la reducción relativa de los primeros.
Esa diferencia se profundizó en la medida que las actualizaciones tarifarias quedaron rezagadas ante la aceleración de la inflación y el consecuente incremento de los costos de explotación, que crecieron en una proporción mayor que el precio del pasaje de los colectivos.
El Monitor de Subsidios al Transporte de la Administración Nacional que recientemente actualizó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) dejó en evidencia el resultado de casi cuatro años de gestión en la materia de la Presidencia de Alberto Fernández: en octubre de 2019, la tarifa alcanzaba a una cobertura del 33,56% de los costos de explotación. En enero de este año, ese porcentaje se había reducido al 10,39%, es decir menos de la tercera parte de lo que había quedado como «herencia» de la administración de Mauricio Macri.
Al respecto, cabe repasar algunas aclaraciones. El macrismo había dispuesto un congelamiento de tarifas a partir de abril de 2019, que revirtió su política de subsidios de los primeros tres años de gestión. En octubre de 2018, la cobertura de la tarifa media de colectivos en todo el país había llegado al 41,18%.
Tampoco está de más recordar que hasta el 2001 la tarifa del autotransporte de pasajeros no estaba subsidiada, más allá de algunos casos específicos como el boleto estudiantil o para personas con discapacidad. Lo que lleva a preguntarse cuánto cayó el poder adquisitivo de la población para no poder hacer frente a un nivel tarifario que, en todo caso, replicaría el existente antes de la crisis que derivó en la renuncia de Fernando de la Rúa.
Por otra parte, y ante el retorno de los congelamientos a partir de las PASO, queda por dilucidar qué nivel de cobertura tendrá la tarifa de colectivos a fin de año. O su contracara, a cuánto ascenderán los subsidios y qué deberá hacer la futura administración para subsanar un desfase que cada vez tienen una incidencia mayor en el déficit fiscal.