Las condiciones financieras locales tuvieron en junio un marcado deterioro y para julio se espera un agravamiento de la situación luego de la renuncia del ex ministro de Economía, Martín Guzmán.
Así lo señaló el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) en la presentación del Índice de Condiciones Financieras (ICF) elaborado por la consultora Econviews, en un informe que lleva como título “El clima financiero local se nubló en junio (y diluvia en julio)”.
“En el corto plazo, el deterioro de las condiciones locales augura meses difíciles, aunque también es justo decir que los problemas financieros del estado se convirtieron en una oportunidad para la compañías que buscan plata ya que los jugadores del sistema financiero local hoy están buscando aumentar el riesgo en el sector privado y bajar el riesgo en el sector público”, advirtió.
El ICF general empeoró 7,5 puntos en junio, merced al deterioro de las condiciones financieras argentinas y una mejora muy marginal de las condiciones financieras internacionales.
Si bien ambos grupos están en terreno negativo, IAEF aclaró que “el mundo está en un stress moderado y la Argentina en stress severo”.
El subíndice de condiciones locales tuvo una caída de 8 puntos respecto de mayo y fue “el peor desde mayo del 2020 en plena etapa de aislamiento social y preventivo”, indicó.
“Dado el comienzo de julio y considerando que los índices toman promedios mensuales, es muy improbable que en julio haya una mejora, más bien todo lo contrario”, adelantó.
IAEF detalló que “la caída del riesgo país fue la que más incidió en el índice seguida por la suba de la tasa Badlar”, la confianza en los bancos “fue una variable positiva con mejora de depósitos en dólares”, en tanto “si se mira un rango de un año, la inflación y el riesgo país son las variables que más sufrieron”.
La entidad recordó que “el índice de condiciones financieras está en zona de stress (negativo) desde agosto de 2019, mes en que el subíndice local tuvo un desplome significativo a raíz del resultado electoral” y que “la última vez que el ICF local estuvo en terreno positivo fue en febrero de 2019”.
“El mal semestre financiero internacional y la incertidumbre a partir de la guerra sólo empañaron un poco el subíndice internacional, pero la elevada brecha cambiaria, el salto de la inflación y el mega riesgo país pusieron al índice local no tan lejos del cisne negro que resultó la rápida expansión del Covid-19”. completó.
Solamente un componente del ICF local -la liquidez de largo plazo- está en situación no estresada, destacó IAEF en su informe.
Asimismo, señaló que los últimos años demuestran “claramente” que “la economía argentina siempre creció en forma sostenida cuando las condiciones financieras se mantuvieron en zona de confort durante un lapso prolongado”.
Para el final, IAEF remarcó que “el mundo se empieza a mostrar un lugar mucho más hostil” y que “si bien hoy la Argentina no está muy conectada financieramente hablando, es menester llegar a tener acceso al mercado de deuda para el sector público en 2025 si es que se quiere evitar una nueva reestructuración de deuda”.