Buenos Aires, abr 14 (ANP)- La política del Banco Central de esterilizar los pesos que emitió para financiar el Tesoro el año pasado se volvió todo un problema. Los pasivos monetarios remunerados de la entidad rectora del sistema financiero superan el 10% del PBI, destaca en un reporte la consultora LCG.
El informe sostiene que “la ‘bola de leliqs y pases’ lejos de haberse desarmado está en un punto crítico”. “Los pasivos remunerados ya superan el 10% del PBI y se suman a una monetización elevada que se refleja en el ratio de M2 privado a PBI superior al 14%”, advierte LCG en su ùtimo trabajo.
Para la consultora, se trata de “niveles que muestran la remonetización completa de la economía luego de salir del programa de emisión cero”.
También advierte que la dinámica de la entidad que preside Miguel Pesce, de comprar dólares se ha convertido en otra fuente de emisión. Afirma que “en lo que va del año mediante intervenciones el BCRA se hizo de u$s 2.421 millones, por los cuales inyectó pesos por más de $200.000 millones”.
A pesar de ello, LCG remarca que “llas reservas solo crecieron en u$s 200 millones, menos de un 10% de lo que fueron las compras al sector privado”.
“La diferencia se utilizó parcialmente para estabilizar la brecha cambiaria (aún por encima del 50%) mediante compra de títulos con moneda extranjera a raíz de las ventas que siguen realizando inversores”, dice el reporte. Como consecuencia, LCG sostiene que “el BCRA inyecta pesos en el neto pero no puede reconstruir su posición de reservas que sigue en negativo para la de rápida disponibilidad y en menos de 1,5% del PBI”.
En relación a marzo, el estudio estima que la base monetaria creció al 6% interanual en un nivel mínimo desde el inicio de la gestión actual del BCRA . “En el acumulado anual, la principal fuente de emisión siguen siendo los intereses pagados por los pasivos remunerados: $ 261.000 millones”, agrega el reporte..
Por otro lado, la consultora estima que ante la aceleración de la inflación sería esperable que el BCRA aumente la tasa de interés pero advierte que “esta dinámica de esterilización le imprimiría velocidad a la acumulación de deuda remunerada”.. El estudio indica que la suba de la tasa no sería necesario para esterilizar pesos, sino para evitar un fenòmeno de “represión financiera”.