Desde el inicio de su instrumentación aquel 5 de septiembre que parece más lejano que lo que marca el almanaque, el extinto Programa de Incremento Exportador dio lugar a varias interpretaciones, en las que confluyeron los análisis sobre el aporte del denominado «dólar soja» a las reservas internacionales y las advertencias por el costo cuasifiscal derivado de la emisión de pesos que conllevaba la medida, así como las protestas del resto de las actividades económicas por no contar con un régimen de incentivo similar.

Pero en todos los casos hubo una coincidencia: la medida tendría un efecto temporario y una vez concluida su vigencia, el riesgo de volver a un Banco Central con pérdidas de reservas era preocupante, al punto que hasta el último día de septiembre se especuló con una prórroga que, finalmente, no se produjo.

Aunque ni el más pesimista de los analistas financieros pudo prever que ese efecto temporario fuera tan efímero: después de dos días de compras de divisas a modo residual, el miércoles 5 de octubre comenzó una racha vendedora que aún no se interrumpió.

El relevamiento periódico de Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio, seguido atentamente por el mercado financiero, es claro al respecto: el Banco Central tuvo ese día un saldo negativo de US$ 34 millones en sus intervenciones, US$ 58 millones el jueves 6, US$ 39 millones el martes 11, US$ 85 millones el miércoles 12, US$ 60 millones el jueves 13 y US$ 68 millones el viernes 14. En seis días, las ventas suman US$ 344 millones.

Nada indica que la tendencia vendedora vaya a revertirse en el corto plazo y que octubre finalice con un saldo negativo en las reservas que diluya los buenos resultados de septiembre.  Con una multiplicidad de cotizaciones de dólares para evitar una devaluación por derecha, el auxilio del FMI y el BID no será suficiente y no está de más recordar la obviedad que a los préstamos hay que devolverlos. Obviedad poco presente en una dirigencia que celebra los préstamos y maldice las deudas, sin detenerse a pensar que son dos caras de una misma moneda.

 

Por NP