Buenos Aires, oct 6 (ANP) – Luego de la polémica con el embajador argentino ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Carlos Rimundi, quien se negó a apoyar un informe sobre violaciones a los derechos humanos en Venezuela realizado por la ONU en contra de las instrucciones del gobierno, la Cancillería emitió un comunicado oficial aclarando la situación. El documento insta al gobierno de Nicolás Maduro a «seguir las recomendaciones» de la alta comisionada Michelle Bachelet y condena las sanciones económicas de Estados Unidos.

El texto del gobierno argentino no emite condena al gobierno venezolano, ni hace mención sobre su legitimidad. Tampoco menciona a l situación de la oposición.

La polémica estalló hace unos días cuando Raimundi, un ex radical que terminó militando en el kirchnerismo, desoyendo las instrucciones del canciller Felipe Solá, se negó a votar a favor del informe realizado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que condena las violaciones del régimen del país sudamericano.

El funcionario se guió por su posición personal, al afirmar que no podía apoyar el documento de la ONU por considerarlo «sesgado» porque “Venezuela ha sufrido un fuerte asedio de intervencionismo” .

El episodio que revela las diferencias de criterio que hay dentro de la coalición de gobierno en muchos aspectos como la política internacional y la economía, dejó mal parado al presidente Alberto Fernández. En la diplomacia regional se supone que Raimundi dice lo que no puede Fernández.

Felipe Frydman, miembro Consultor del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), afirmó en un reciente artículo, que el caso de Raimundi pone de relieve los problemas que genera la designación de militantes en cargos diplomáticos.

«Los embajadores militantes no sólo asumen la responsabilidad política de su cargo sino que están convencidos de la necesidad de cumplir un papel activo como propulsor de sus propias opiniones. El convencimiento de que alcanzaron dicha posición por mérito propio les hace asumir autonomía en sus decisiones y no responder a la estructura responsable de la política exterior. Este criterio de autosuficiencia ignora que la política exterior necesita de una visión global compuesta de muchos engranajes y no de una mirada parcial que puede llegar a distorsionar los objetivos fijados por el Gobierno de turno», señala Frydman.

El especialista agrega: «Esta situación se ha repetido con regularidad en los últimos años, y en especial con los nombramientos efectuados por este Gobierno. En primer lugar, surgió la contradicción con Alicia Castro por sus críticas al Canciller Solá; el embajador ante la ALADI, Mariano Kestelboim, quien emitió opinión condenado el Acuerdo Mercosur-UE, y recientemente el embajador Rafael Bielsa ante Chile firmante del Comunicado reivindicando la violencia de los años 70 que no facilitará el diálogo con el Gobierno de Sebastián Piñera ni con los factores de poder en ese país».

La nota aclaratoria del gobierno argentino se conoce en momentos en que comienza la nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina. Se procura así despejar dudas sobre el posicionamiento argentino en la región, que podría generar desconfianza en las autoridades de Estados Unidos.

Comunicado oficial del Gobierno argentino:

El presidente Alberto Fernández dio instrucciones a la Cancillería sobre la posición a fijar por la representación argentina en Ginebra ante los proyectos de resolución en relación con la situación en Venezuela que se tratarán en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Nuestro país mantendrá su liderazgo en la defensa global de los derechos humanos y sostendrá los principios de paz y resolución política de la crisis venezolana.

Asimismo, valorará y apoyará con fuerza el trabajo realizado por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas Michelle Bachelet. En ese marco, instamos al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela a cooperar plenamente con el Consejo y todos sus mecanismos, y a implementar íntegramente las recomendaciones hechas por la Alta Comisionada en sus informes. Así como con su llamado a que conduzca investigaciones prontas, exhaustivas, independientes, imparciales y transparentes sobre las alegaciones de violaciones a los derechos humanos, lleve a los perpetradores ante la justicia y garantice una reparación adecuada a las víctimas.

La República Argentina destacará a través de sus representantes en el Consejo, la necesidad de reforzar la instalación de una misión permanente de la Alta Comisionada en Caracas, dotada de los recursos humanos y de los elementos que le permitan desplegar una acción remedial frente a dichas circunstancias y contribuir a encaminar soluciones apropiadas, liderando actuaciones complementarias que pueda estimar convenientes para tal propósito.

Nuestro país contribuirá así a que se cumpla con la hoja de ruta convenida en la Carta de Entendimiento firmada por la Alta Comisionada y el gobierno venezolano, valorando ese espacio de trabajo concreto abierto recientemente a partir de la presentación de las recomendaciones y solicitudes de la Alta Comisionada.

El diálogo y la cooperación con las autoridades, las respuestas eficaces a las exhortaciones manifestadas en los diferentes informes, sumados a los mecanismos de protección esenciales, son fundamentales para revertir la actual situación en derechos humanos en Venezuela. Son las autoridades venezolanas las responsables de respetar sus obligaciones internacionales de derechos humanos, así como de garantizar la paz social y la estabilidad política, lo cual resulta aún más necesario cuando se encara un proceso electoral.

La República Argentina como integrante del Grupo de Contacto Internacional para Venezuela, votará acompañando su propuesta, preservando la posición que aquí se explícita. Por último, el presidente Fernández sostuvo una vez más que deben condenarse los bloqueos y las sanciones que, pretendiendo presionar a las autoridades, agreden especialmente al pueblo venezolano y contribuyen a un sufrimiento aún mayor del mismo, dada la grave situación económica y social en la que se encuentra.

El