De las múltiples maneras de las que nos podemos valer para medir el deterioro del peso, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) recurrió a una novedosa y adecuada para estos tiempos de vacaciones de invierno, como es la pérdida del poder adquisitivo de un billete de $ 1.000 desde su creación, en diciembre de 2017, para la compra de los productos necesarios para organizar una pijamada.
«¿Cuánto nos saldría prepararles unas hamburguesas completas con papas, gaseosa, helado y algunas golosinas hoy y cuánto salía en 2017?», se preguntó la economista de la entidad, Natalia Ariño, quien explicó que «en diciembre de 2017 eso nos costaba $980 y hoy nos sale $13.320, es decir, el número se multiplicó por 13”.
Llevado a algunos productos concretos, agregó, «en esos años perdimos la capacidad de comprar 50 kilos de papas, 26 paquetes de pan, 14 paquetes de hamburguesas, 50 paquetes de caramelos y 28 docenas de huevos, por ejemplo», siempre tomando como referencia el deteriorado billete de $ 1.000.
El paquete para una pijamada de cuatro chicos incluye «dos hamburguesas completas por peque con queso, jamón, huevo, lechuga, tomate, aderezos, acompañado por papas fritas, gaseosa, helado y unas golosinas», para una preparación casera «de la forma más económica posible”, aclararon los economistas de FADA.
Nicolle Pisani Claro, otra economista de FADA, detalló que «con $1.000 en diciembre de 2017 nos alcanzaba para 39 paquetes de obleas de chocolate, hoy solamente 3, perdimos 36 paquetes. Lo mismo pasa con otros productos como el aceite, que nos alcanzaba para 18 botellas y hoy solamente para 1, o el queso cheddar, que comprábamos 16 paquetes y ahora sólo 1. Y podríamos seguir con cada ingrediente”.
Los datos forman parte de una nueva edición del «Changómetro» que elabora periódicamente la Fundación, con lo que quieren dejan en evidencia que la inflación «no es un problema de una cadena específica o de un producto en particular: es algo que afecta a todos los sectores».
«Por ejemplo, para comprar lo que comprábamos con $1000 en alimentos y bebidas en diciembre de 2017 hoy necesitamos más de $15.300, o para comprar la ropa que comprábamos con $1000 en diciembre de 2017 hoy necesitamos $17.000”, advirtió Pisani Claro.
David Miazzo, economista jefe de FADA, sostuvo que «si llevamos a la discusión de los nuevos billetes, vemos que por lo menos necesitaríamos uno de cerca de $15.000 para que tenga el mismo poder de compra que tenía el de $1000 cuando recién salió».
En términos generales, en alimentos y bebidas hubo en el lapso considerado un incremento de precios del 1.435,5%: lo que se compraba con mil pesos en diciembre de 2017, hoy se adquiere con $ 15.355, mientras que el aumento en ropa y calzado fue de 1.600%, ya que los mil pesos se convirtieron en $ 17.000.
FADA detalló, producto por producto, la pérdida del poder adquisitivo del billete de $ 1.000 desde enero de 2017 hasta el presente:
– Pan de hamburguesa (paquete x4): con $1000 en 2017 se compraban 28 paquetes y hoy sólo 2. Se perdieron 26 paquetes.
– Hamburguesas congeladas (paquete x4):de 15 paquetes a 1. Se perdieron 14 paquetes.
– Jamón Cocido (1 kg): de 4,7 kilos a 300 gramos. Se perdieron 4,4 kilos de jamón.
– Queso cheddar (paquete 120 gr): de 16 paquetes a 1. Se perdieron 15 paquetes.
– Huevos: de 29 docenas a 1. Se perdieron 28 docenas.
– Lechuga: de 26 kilos a 1,5. Se perdieron 24,5 kilos.
– Tomate: de 40,5 kg a 1,5. Se perdieron 39 kilos.
– Gaseosa cola (botella 1,5 litros): de 23 botellas a 2. Se perdieron 21 botellas.
– Papa: de 53 kilos a 3. Se perdieron 50 kilos.
– Aceite de girasol (botella 1,5 litros): de 15 botellas a 1. Se perdieron 14 botellas.
– Mayonesa (envase 475 gr): del 30 envases a 2. Se perdieron 28 envases.
– Ketchup (envase 250 gr): de 49 envases a 4. Se perdieron 45 envases.
– Helado (pote 1,5 kg): de 4 potes a ni siquiera uno. Se perdieron los 4 potes.
– Caramelos (paquete 50 gr): de 55 paquetes a 5. Se perdieron 50 paquetes.
– Obleas de chocolate (paquete 45 gr): de 39 paquetes a 3. Se perdieron 36 paquetes.