Buenos Aires, may 8 (ANP) – En el equipo económico de Martín Guzmán ya se preparan para seguir negociaciones hasta el 22 de mayo. Ese es el verdadero día que por las cláusulas de contrato de los bonos argentinos, el país entraría en default en caso de no pagar al vencimiento. La de hoy fue una fecha fijada por el gobierno a los acreedores para que digan si están o no de acuerdo con aceptar una quita del 62% de sus acreencias.

Hoy a las 18 hs se sabrá cuantos aceptaron entrar hasta ahora. Se descarta que los inversores minoristas tomarán los que les ofrece la Argentina. A valores de mercado, lo que propone pagar Guzmán es bastante parecido, incluso puede ser hasta un poco mejor. El problema es con los grandes inversores institucionales, los fondos como Pimco y Blackrock, que tienen la mayoría de los papeles y que aspiran a obtener algún rédito más en medio del conflicto y la pandemia.

El economista Jefrey Sachs, el director de la escuela de negocios de la Universidad de Columbia, (donde enseña Guzmán) afirmó el miércoles en un encuentro virtual que los fondos de inversión no pueden aspirar en el actual contexto internacional conseguir que Argentina les pague por los nuevos bonos rendimientos del orden del 7% anual en dólares. Suena a absurdo.

En el Palacio de Hacienda saben que hoy se cierran los 90 minutos de un partido que va para el alargue. Aunque las declaraciones de uno y otro lado puede resultar fuertes, hay mas voluntad de acordar que de romper. La hipótesis que plantea el gobierno argentino es que el país no será solvente para pagar por el largo plazo, mientras que los bonistas suponen que se trata solo de corto.

Hay otro problema: Argentina puede convertirse nuevamente en un leading case. Es porque ya más de 100 países le pidieron al FMI asistencia financiera para enfrentar el desastre económico que está provocando el coronavirus. La crisis económica que se avecina puede ser peor que la depresión del 1929, dicen los expertos. En ese contexto, se espera que muchos países salgan a los mercados a reestructurar sus deudas. Por lo tanto, de lo que termine acordando Argentina se tomará el resto para negociar en otras reestructuraciones.

Ahora el punto pasa por ver cuánto mas se podrán acercar las posiciones. En principio, se sabe que los nuevos bonos que se entreguen en el canje tendrán la famosa cláusula RUFO, aquella que había en el canje de 2005 que propone a los que entren ahora, que si luego mejoran las condiciones del canje, podrán acceder a ellas.

Eso implica que a las 18 hs el gobierno tal vez ya se asegure que un grupo de bonistas ingresen. Estos no tendrán problemas si luego mejoran las condiciones y son beneficiados. Luego de ello quedarán 15 días del alargue.