BUENOS AIRES (ANP) – El alto el fuego entre Israel y Hezbollah en el Líbano trae un poco de cordura a Medio Oriente, aunque continúa la guerra de Gaza con miles de huérfanos palestinos y el destino incierto de un grupo de rehenes israelíes en poder de Hamas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, el principal artífice de dicha iniciativa apoyada por Francia, anunció el martes el pacto que fue bien recibido por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (ambos en la foto), quien advirtió sin embargo que si el acuerdo se rompe, Israel tiene derecho a la autodefensa.
Biden, de 82 años, quien entregará la Casa Blanca al presidente electo, Donald Trump, el próximo 20 de enero, dijo también que el pueblo de Gaza “ha pasado por el infierno”. Sin embargo, el 18 de abril, en las Naciones Unidas, la Administración demócrata –aliada de Israel- vetó una resolución para que Palestina pase de Estado observador a miembro pleno.
El alto del fuego de 60 días en el Líbano, después de más de un año de guerra, es el hecho más importante ocurrido en de Medio Oriente desde que Hamas asaltó el sur de Israel, el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a otras 240, de las cuales más de un centenar permanecen aún en poder del grupo palestino, entre ellos los hermanos argentinos Lair y Eitan Horn.
En un artículo editorial, el diario israelí Haaretz señaló esta semana que “de los 101 rehenes que aún están secuestrados por Hamas, cerca de la mitad se cree que todavía están vivos. Ellos no tienen tiempo; ellos apenas pueden respirar”.
El cese el fuego en el Líbano “es una buena noticia tanto para EEUU (Biden puede señalar por fin un triunfo diplomático), como para Israel y también para el Líbano, ya que la guerra se intensificó en los últimos dos meses”, dijo el analista Arie Kacowicz.
En declaraciones a la agencia Nuevas Palabras, el profesor en Relaciones Internacionales de la Universidad hebrea de Jerusalén, señaló: “Queda ahora por ver como se pondrá en práctica la tregua. Yo creo que todos los actores involucrados (incluyendo a Hezbollah y su patrón, Irán), tienen intereses en esta medida”.
“Netanyahu se beneficia porque de hecho separa los frentes y deja a los palestinos aislados. Está claro que la coalición de Netanyahu no es amenazada por el fin de la guerra en el Líbano, y que las razones por las cuales la contienda bélica continúa en la franja de Gaza son políticas e ideológicas, y no estratégicas”, dijo el académico.
Para Kacowicz, “si Israel puede llegar a un entendimiento con Hezbollah, que es menor que la ´victoria total´, también podría hacerlo de hecho con Hamas, pero falta aquí voluntad política”.
“Quizás es hora de que EEUU intente de nuevo una mediación con Turquía, Egipto y Qatar, y si Washington fracasa que imponga un cese el fuego en Gaza a través de una nueva resolucion del Consejo de Seguridad de la ONU (bajo Capitulo 7), pero esta vez supeditando el cese de las hostilidades a la liberación de los rehenes”, opinó el investigador.
La guerra del Líbano y la posterior invasión del sur de ese territorio por parte de Israel, el 23 de septiembre, han causado más de 3.800 muertos, 15.700 heridos y más de 1,2 millones de desplazados.
Por otra parte, más de 43.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, murieron hasta el momento en la guerra de Gaza, mientras que hubo 101.510 heridos, según informes del Ministerio de Salud del enclave, controlado por Hamas.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia calcula que alrededor de 17.000 niños palestinos han quedado huérfanos por culpa de la guerra. Los menores, según informa UNICEF en su página web, representan el 1 % de la población total desplazada: 1,7 millones de personas. Según informes de la ONU, la Franja de Gaza tiene 2,15 millones de habitantes.