BUENOS AIRES (ANP) – La victoria de Donald Trump fue aplastante y solo queda por saber si, finalmente, logra asegurar la mayoría en la Cámara de Representantes. Ya tiene en su poder la llave de la Casa Blanca (por segunda vez no consecutiva) y el quórum propio en el Senado.
Mientras tanto, va acomodando las piezas del rompecabezas para formar el equipo con los que inaugurará su presidencia 2.0 el próximo 20 de enero en las escalinatas del Capitolio.
Su jefa de Gabinete será Susie Wiles, la primera mujer en la historia de los Estados Unidos en ocupar ese importantísimo lugar en la administración presidencial.
La veterana oriunda del estado de La Florida fue la responsable de dirigir la campaña presidencial que devolvió a Trump al Salón Oval.
El presidente electo le dio a su discurso un fuerte tono anti-inmigración y es por eso que el segundo nombre confirmado es el de Tom Homan, quien se encargará del control fronterizo del país.
“Me complace anunciar que el exdirector de ICE y fiel defensor del control fronterizo, Tom Homan, se unirá a la administración Trump para estar a cargo de las fronteras de nuestra nación (“el zar de las fronteras”), incluidas, entre otras, la frontera sur, la frontera norte, toda la seguridad marítima y de la aviación”, publicó este domingo por la noche Trump.
El presidente electo agregó que “nadie es mejor para vigilar y controlar nuestras fronteras” y que Homan “estará a cargo de todas las deportaciones de extranjeros ilegales a su país de origen”.
El resto de los cargos (unos quince en total) todavía no fueron confirmados y el presidente electo, a caballo de la brillante victoria sobre la demócrata Kamala Harris, se tomará todo con calma. El fin de semana, por ejemplo, se lo fotografió jugando al golf con una de sus nietas.
Es un misterio, aún, si Trump aceptará la propuesta del magnate Elon Musk quien se auto propuso para dirigir un nuevo departamento centrado en la eficiencia del gobierno.
El dueño de Tesla fue uno de los billonarios, miembro de la nueva oligarquía enriquecida por el desarrollo de la nueva revolución industrial tecnológica, que apoyó abiertamente el regreso de Trump.
¿Quién se ocupará de los bombardeos?
Uno de los lugares más importantes de la política de los Estados Unidos es el de Secretario de Estado: una especie de cancillería que exterioriza las decisiones que se toman en la Casa Blanca sobre países extranjeros.
Para ese puesto, que ocuparon Henry Kissinger, Condoleeza Rice y Colin Powell, Trump sopesa los currículums de Richard Grenell, ex embajador en Alemania; de Robert O’Brien, ex asesor de seguridad Nacional; y de Brian Hook, un especialista en Irán.
También aparecieron dos nombres en las últimas horas: el senador por Tennessee, Bill Hagerty; y su colega de La Florida, Marco Rubio.
Además, Trump debe decidir quién será el secretario del Tesoro de los Estados Unidos. De acuerdo con los medios de ese país, hay un nombre “in péctore”: Robert Lighthizer, un archi proteccionista que encabezó la guerra arancelaria con China durante el primer gobierno de Trump, pero también otros cuatro “dando vueltas”.
Los otros que siguen en la lista son Scott Bessent y John Paulson, dos multimillonarios gestores de fondos de cobertura; Jay Clayton, ex presidente de la SEC; y Larry Kudlow, ex director del Consejo Económico Nacional de Trump.
Como secretario de Interior, los allegados a Trump mencionan al gobernador de Dakota del Sur, Kristi Noem; y a su par de la otra Dakota (la del Norte), el multimillonario Doug Burgum.
Ambos, en su momento, fueron mencionados como candidatos a vicepresidente de Trump quien, finalmente, se inclinó por el senador de Ohio, JD Vance.
Burgum, además, también está en la lista para ser secretario de Energía, junto con Dan Brouillette, quien ocupó ese puesto la última vez.
Los que duermen afuera.
Aunque no se conoce con certeza cómo quedará el gabinete de Trump, los especialistas apuntan a dos nombres que no formarán parte de la administración 2.0 del magnate inmobiliario.
Se trata del ex embajador ante la ONU, Nikki Haley, quien se presentó contra Trump en las primarias republicanas. Tampoco será parte de la administración el ex secretario de su primer gobierno, Mike Pompeo.
Todo está por hacerse.
El presidente electo no tiene apuro y hasta puede darse el lujo de traer a su gabinete al extra partidario Robert K. Kennedy jr.
El hijo de Bobby Kennedy y sobrino de John F. Kennedy se presentó en las primarias Demócratas, luego se peleó con la administración de Joe Biden y decidió dejar su partido para presentarse como independiente.
El hombre podría ser nombrado como asesor de salud y bienestar de la Casa Blanca o, incluso, convertirse en secretario de Salud y Servicios Humanos de la nueva administración de Trump.