BUENOS AIRES – (ANP).- Varios temas unen a “Misión Imposible 7” y a “Agente Stone”, no son solo películas de “agentes ultra secretos” que pelean para mantener la pz en el mundo, sino que el tema central es hoy, la paranoia a la Inteligencia Artificial (I.A.)

No están en contra de la I.A. sino de que caiga “en manos equivocadas”. En el caso de la película de Tom Cruise la propia “máquina”, instalada en un submarino ruso, toma conciencia de su poder y comienza a manejar los destinos, no solo de buque, sino de toda una organización para su dominio del mundo.

En “Agente Stone”, Gal Gadot (foto) es una agente de algún tio de “supra organización” que está “orientada” en sus acciones por “El Corazón”, otra “computadora” que puede procesar 300.000 datos por segundo y decirle a cada agente cuál es el movimiento que deben realizar en ese instante para no ser capturados o muertos.

Ya sea porque en Misión Imposible 7, la I.A se revela contra sus creadores, o en Agente Stone, en la que otro grupo quiere apoderarse de “El Corazón”, está claro que las máquinas son invencibles.

Pero el tema no es la I.A en sí, sino quien las domina. En la película de Tom Cruise, – muy superior al “producto” de Netflix -, es la misma máquina la que quiere adueñarse del mundo de los servicios de inteligencia.  En la de Gal Gadot, es una suma de “cliche” en la que una joven genio, junto a otros espía buscan apoderarse de “El Corazón”, y de allí, toda la disputa.

Nadie dice en estas líneas que la I.A. se inocua, incluso varios de sus desarrolladores han pedido “parar” su crecimiento ante la posibilidad de que se independice, pero la paranoia no es nueva.

Por suerte hay experiencia histórica y una tercera película “Oppenheimer» que nos habla del miedo al desarrollo de la energía atómica y en manos de quién debía estar.

Un tema más: Misión Imposible 7 tiene una segunda parte, y Agente Stone, tal vez si supera la crítica, también.

 

Por NP