BUENOS AIRES (ANP).- Empresarios del sector textil expresaron su preocupación por la baja de aranceles a las importaciones de ropa, telas y calzado anunciada por el gobierno la semana pasada con el objeto de lograr un descenso de los precios para los consumidores.
La Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA) señaló en un comunicado que la medida, sin una estrategia integral que contemple la mejora de la competitividad sistémica de la industria local, puede comprometer seriamente el empleo, la producción y el desarrollo de la cadena de valor textil en Argentina.
«Nos preocupa que la rebaja arancelaria se aplique sin haber avanzado en reformas necesarias para reducir la presión fiscal, mejorar el acceso al financiamiento y optimizar la infraestructura logística. Ante una presión fiscal sobre el sector formal cercana al 50% la competencia se torna casi imposible», subrayaron.
En este sentido, aclararon que no están pidiendo beneficios sectoriales «sino trabajar en conjunto para mejorar la competitividad de nuestra industria. Para ello es necesario igualar las condiciones frente a productos importados producidos en contextos con menos impuestos, leyes laborales modernas y acceso al crédito para la producción».
Del mismo modo, el presidente de la Cámara Textil de Mar del Plata, Guillermo Fasano, reconoció que la ropa en Argentina «es cara» pero sostuvo que es necesario buscar las causas antes de aplicar una rebaja a los impuestos a la importación de ropa, telas y calzado.
En diálogo con CNN Primera Mañana, el empresario aseguró que la medida anunciada la semana pasada por el gobierno «es un error y es frustrante porque se trata de resolver un problema que tiene muchísimo años con medidas equivocadas».
En este sentido, explicó que es necesario apuntar a las causas por las cuales la ropa es cara en el país. «Es cara, como otros productos como electrónica, autos, porque tiene muchos impuestos; está bien bajar los impuestos a los productos que son caros pero no se puede empezar con los fabricantes extranjeros».
«Cuando uno rebaja un arancel debe entender para que está puesto, y esto está aceptado por todos los países que tienen tope de hasta el 35% por ciento —remarcó— Ese arancel que cobra un país para ingresar mercadería extranjera compensa los impuestos que no se generan en la etapa productiva».
Asimismo, destacó que «duele que se equivoquen quienes vienen para cambiar, si vuelven a repetir las ideas del pasado van a tener los mismos resultados», advirtió.
«Esto ya se hizo en las década del ’90, cuando bajaron los precios de los bienes transables en la economía para comenzar el alza de los servicios públicos privatizados, pero los sectores que generaban trabajo, no lo generaban. Ahora se está volviendo los precios de los servicios, se está cometiendo el mismo error».
«Le pedimos al presidente Javier Milei que si empezamos a bajar impuestos lo hagamos a la producción nacional y no a la extranjera», finalizó.